¿Las medallas de los campeones en los Olímpicos son realmente de oro?

Una de las grandes dudas que poseen los espectadores de los Juegos Olímpicos cada cuatro años es sobre el material del cual están hechas las medallas obtenidas por los atletas que compiten. Aunque se categorizan en oro, plata y bronce para premiar a los integrantes del podio, lo cierto es que estas medallas no están compuestas únicamente del material mencionado.

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El Comité Olímpico Internacional (COI) exige que tanto las preseas de oro como de plata sean fabricadas con un mínimo de 92.5% de plata. En esta edición de París 2024 se tiene conocimiento de que las medallas de oro que se le entregan al deportista o equipo que termina una prueba en el primer lugar pesan 529 gramos en total, incluyendo 6 gramos de oro.

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Por otro lado, las medallas de plata del segundo lugar alcanzan los 525 gramos.

La casa de joyería encargada de las preseas olímpicas es Chaumet, empresa destacada por desarrollar toda su creatividad para crear piezas muy representativas que simbolizan el esfuerzo y sacrificio de todos los deportistas que han marcado diferencias en este evento internacional.

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Cabe aclarar que en los inicios de las justas olímpicas en la antigua Grecia, a los ganadores se les otorgaba una corona de ramas de olivo, la cual simbolizaba ese importante triunfo. En los Juegos Olímpicos modernos que se empezaron a desarrollar desde 1896, se implementó la entrega de preseas, siendo plata la única distinción entregada.

En 1904 se conoció la distribución actual que reconoce a los tres mejores de cada prueba, siendo oro el primer lugar, plata el segundo y bronce el tercero.

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En los Juegos Olímpicos participan más de 160 delegaciones que compiten en 32 disciplinas, con el objetivo principal de lograr un lugar en el podio y llevarle una medalla al país que representan. Además del valor simbólico que representan las medallas entregadas a los deportistas que alcanzan los puestos privilegiados, estas también poseen un valor monetario significativo.

Según un informe del Centro de Estudios Olímpicos, el valor actual de cada medalla es de aproximadamente 1.500 dólares, considerando que el oro y la plata tienen precios significativamente diferentes. Aunque simbólicamente las preseas representan la cúspide olímpica, lo cierto es que el precio de una medalla puede parecer modesto en comparación con su simbolismo.

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Se estima que si las medallas fueran de oro puro, su valor puede ascender hasta a 45.000 dólares, considerando el precio actual del oro. Otra manera de medir su valor es en las subastas, donde las medallas logran alcanzar un pico alto de valor dependiendo del atleta que la ganó, el contexto histórico y la relevancia del logro.

Uno de los casos más destacados es el de Jesse Owens, al que le subastaron su medalla de los Juegos Olímpicos de Berlín 1936, alcanzando casi 1,5 millones de dólares en una subasta en 2013. Asimismo podría pasar con Michael Phelps o Usain Bolt si en algún momento desean subastar una de sus tantas medallas obtenidas en las justas olímpicas.