Hay un futuro ilusionante, puede ser la reflexión final tras analizar la eliminación de Colombia en el clasificatorio al Mundial FIBA 2023. Parece contradictorio hablar de cosas positivas después de terminar una ventana con dos derrotas al hilo. Sin embargo, el rendimiento del combinado nacional nos permite hablar de un panorama alentador de cara a los siguientes torneos.
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Puerto Rico le hizo caso a los pronósticos y se clasificó a la cita ecuménica de baloncesto tras derrotar a la selección Colombia por 87-80, en el estadio Iván de Bedout de la capital antioqueña. Un cerrado marcador que ejemplifica como lo que parecía ser una humillación antes del juego terminó siendo una gran batalla.
La ‘Amarilla’ se sacudió de los sepulcros propios de una apabullante derrota ante México (113-54) y salió con sangre en el ojo para cambiar su imagen y no ponerle las cosas difíciles a un seleccionado boricua que se despachó en elogios hacia los locales después del enfrentamiento.
Estas dos caídas no pueden opacar el hecho de haberle ganado a Brasil por primera vez en la historia (104-98), conseguir el boleto a la segunda fase de las eliminarías, algo inédito también para los nuestros, hacer posible el arribo de los estadounidenses por segunda vez en los libros al país, silenciar Chihuahua al derrotar a los aztecas en los minutos finales (93-89) y pelear de tú a tú con los norteamericanos en su capital (77-95).
{"titulo":"¡Sorpresa! Argentina se queda fuera del Mundial de baloncesto","enlace":"https://www.elheraldo.co/deportes/sorpresa-argentina-se-quedara-fuera-del-mundial-de-baloncesto-981429"}
Son muchas las cosas que tenemos por mejorar, pero el cambio de mentalidad que Colombia ha tenido después de clasificar a la segunda ronda ha sido verdaderamente notorio. Solo quedan los supuestos. Seguramente el contexto sería diferente si se le hubiese arrebatado un partido a Uruguay en su casa — perdieron a su figura al término del primer tiempo en el segundo duelo — o si se cerraba mejor aquel duelo de visitante ante Chile.
Sin traer al recuerdo fantasmas del pasado, Colombia ha encontrado su identidad. Se ha ganado el respeto del continente. Ahora será responsabilidad nuestra estipular un proceso ganador que apunte a hacer historia en los próximos clasificatorios Olímpicos en el mes de agosto.






















