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El excampeón mundial de boxeo Sugar baby Rojas estuvo visitó y le entregó una silla de ruedas en Cartagena a José Ignacio Muñoz, padre del boxeador cartagenero José Muñoz, quien libró el combate ante Luis Quiñónez Guzmán, el púgil santandereano que falleció ocho días después de haberse desplomado en el octavo asalto cuando disputaba el título nacional de las 140 libras en el coliseo Elías Chegwin de la ciudad de Barranquilla, el pasado mes de septiembre.

A través de su Fundación Puños de Esperanza, el ex monarca supermosca del Consejo Mundial de Boxeo llegó hasta el barrio Olaya de la ciudad heroica para hacer tener este gesto de solidaridad con el padre de familia que perdió sus dos extremidades inferiores en un accidente de tránsito en la ciudad de Caracas, Venezuela, hace 8 años.

José Ignacio recibió en su hogar la llegada de la silla de ruedas que le permitirá desarrollar mejor sus movimientos dentro de su casa.

'Muy agradecido con Baby por este aguinaldo, agradecido con Dios, que multiplique esta acción conmigo porque la necesitaba', expresó Muñoz.

Como padre de familia no oculta el dolor que le causó la muerte del boxeador santandereano porque precisamente el día que ocurrió el percance, se enfrentaba a su hijo José.

'Yo ese combate lo lamenté mucho porque no quería que hubiese sido así, yo quería que el hijo mío fuera campeón nacional, pero no de esa manera. Lo lamenté mucho y me duele tanto a mí como a los familiares de él (Luis Quiñónez). Psicologicamente nos agarramos de Dios por la salud de él cuando estaba luchando por su vida y dándole mucha fuerza a sus familiares', dijo.

'Mi hijo me dijo yo no quería que mi victoria se me hubiera convertido en una pesadilla'. Y lo que él sufría, lo sufría yo también. Así como la familia de Quiñónez lloró, yo también lloré por él y por mi hijo por lo que estaba pasando porque no hubiésemos querido que fuera así', agregó.

Además, manifestó su agradecimiento por la ayuda que su hijo recibió por parte de los psicólogos. 'Yo le dije bueno hijo hay que darle gracias a Dios porque yo me accidente y perdí mis piernas y no tuve necesidad de psicólogo, yo me agarré de Dios', anotó.

El barrio Olaya de Cartagena, el mismo donde creció y vivió hasta el fin de sus días el excampeón mundial de boxeo Rodrigo Rocky Valdez, se ha caracterizado por ser un sector vulnerable para los jóvenes, sin embargo, para este padre de familia que ha soñado con ver triunfar a su hijo en el boxeo, le imprime con respeto consejos a toda esa juventud que se levanta en su barrio.

'Nosotros nos levantamos en una zona muy difícil. Fue duro y luchamos contra todo ese flagelo, pero yo les digo a los jóvenes que hay dos caminos el del bien y el mal, que se le alejen de la droga y, si lo hicieron, que tienen derecho a arrepentirse porque ese camino no es el correcto. Como padre de familia se los digo siempre, porque este mundo está perverso y no quiero que ninguno caiga en ese campo'.