La ansiedad no le ganó. Los nervios no le hicieron efecto. Parecía un corredor experimentado y con muchos Juegos Olímpicos en su espalda, pero no. Anthony Zambrano, de tan solo 23 años, corrió con su soltura clásica en la prueba de los 400 metros en las justas que se disputan en Japón.
Aunque tuvo un comienzo algo lento, su remate fue espectacular, fiel a su estilo. 44.08 segundos fueron los que necesitó el colombiano para colgarse la medalla de plata en Tokio, y la segunda del país en una prueba de atletismo de carrera, luego de la presea de bronce conseguida por Ximena Restrepo en la misma competencia en Barcelona 1992.
Zambrano inició a un ritmo tranquilo, sin desgastarse más de lo debido y fue hasta el final que le impuso su mejor forma para hacerse con un lugar en el podio, logrando hacer historia para el territorio nacional y para toda su región, que ve como otro de sus atletas brilla en la élite del deporte, después de lo hecho por Luis Díaz en la Copa América.