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Pasaron 444 días desde ese 17 de marzo que Diego Dueñas se colgó la medalla de oro en la prueba del scratch del Mundial paralímpico de la ciudad holandesa de Apeldoorn.

Y faltan 447 para el 24 de agosto de 2021, nueva fecha de comienzo de los Juegos Paralímpicos de Tokio en los que tiene un sueño dorado el ciclista colombiano que ganó bronce en los 4.000 metros persecución individual de los Paralímpicos de Río de Janeiro 2016.

Mientras muchas personas esperan el fin de la pandemia, la vuelta a la normalidad, o luchan contra la incertidumbre, la ansiedad y la depresión que causan el encierro y el descalabro económico, este ciclista colombiano aún recuerda la celebración de sus 30 años.

Fue el 17 de mayo, un recuerdo tan fresco como el día del año pasado que ganó el oro a expensas del irlandés Ronan Grimes en una batalla física y de estrategia.

La vuelta al podio, esta vez hasta el escalón más alto de los Paralímpicos, es un objetivo que espera cumplir pese a las limitaciones de los entrenamientos y gracias a que con la cancelación de los Juegos este año tiene más tiempo para corregir fallos.

'Esta crisis nos cambió a todos la manera de llevar nuestras vidas. A los deportistas profesionales nos cambió todo del cielo a la tierra porque estábamos llevando un plan exacto y perfecto de cuatro años para los Juegos Paralímpicos de Tokio' dijo en una videoconferencia con Efe.

Admitió que el aplazamiento le viene bien, no así a rivales mayores, que apostaban todas sus cartas a este año. 'Nos pusimos muy contentos porque tengo un año más para entrenar, para mejorar ciertas cosas en las que venía fallando', apostilló.

'Para quienes no tenemos más de 35 años, estamos bien, pero si te dicen que después de cierta edad necesitas un año más de entreno, el cuerpo lo va a sentir. Esto no cayó bien en las personas mayores porque los años no vienen solos', declaró el bogotano, el mejor del mundo el año pasado en la modalidad pista C4, que reúne a ciclistas con algún tipo de discapacidad en sus miembros inferiores.

A pesar del confinamiento en casa, Dueñas mantiene comunicación con sus colegas y, pese a la rivalidad, dice que todos buscan apoyarse para superar los días malos, que no son pocos.

'Siempre que hablamos con colegas es lo mismo: hay que estar tranquilos, tranquilos, tranquilos. Que no nos gane la ansiedad, que no nos vamos a deprimir, que estemos tranquilos en casa mientras todo esto pasa. Esto es como un dolor en bicicleta durante una carrera: sufres, pero en cualquier momento va a pasar', explicó.

Admitió que problemas como el estrés o hasta la depresión son comunes entre deportistas y deben ser tratados con especialistas.

'Hemos trabajado con el psicólogo y el entrenador mental para manejar el estrés y la presión. Y esas herramientas que he aprendido para encarar una final en unos Juegos las he aplicado en cuarentena para tranquilizarme, para no estresarme, para que no me gane la ansiedad, para no llegar a la depresión, que es un tema complicado en deportistas de alto rendimiento y muy pocas personas lo tocan, quizá por miedo, por algún tabú, pero pasa', admitió.

Dueñas llegó al ciclismo adaptado tras sufrir a los 17 años una brutal caía en la que se fracturó las piernas y perdió la movilidad en los tobillos.

Hasta entonces era un patinador que persistía en destacar desde los 8 años pero 'malito', según él mismo admitió, porque no logró hacerse un espacio en la selección nacional.

Ahora, como un ciclista que es referencia en su categoría, cree que el uso de la bicicleta se va extender entre las personas que van a querer mantener su libertad de movimientos y la distancia social tras el fin de la pandemia.

Lamenta que a nivel competitivo las cosas cambien sustancialmente debido a que ya se han ido muchos patrocinadores del World Tour.

Aunque admitió que en las pocas horas que tiene para entrenarse en carretera ha tratado de probar distintos tipos de mascarillas es bastante complicado su uso. 'No me imagino corriendo oficialmente con eso. Es muy incómodo. Pienso que, a la final, esas medidas de protección van a ser para el público', advirtió.

El cuarto en la persecución individual de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 en ningún caso imagina velódromos o carreteras cerrados a los aficionados.

'En mis finales en los Juegos Parapanamericanos de Toronto 2015 y los Paralímpicos de Río 2016 lo que me empujó a ganar fue el público. La cantidad de decibeles que hay en un velódromo en el que 10.000 o 12.000 personas están gritando cuando te vas acercando a tu rival y sientes que vas a ganar estimula mucho. El público es un factor muy decisivo a la hora de correr', enfatizó.

Al analizar la crisis mundial, dijo temer que 'las personas no se están preparando para lo que viene'.

'Se están preparando para sonreír el día que acabe la cuarentena y puedan salir a verse con sus demás seres queridos. Pero no se están preparando para algo que está detrás de eso que es el tema económico y el tema emocional', afirmó con tono severo.

También teme que la expansión del coronavirus se salga de control.

'Ahora en cuarentena se puede, de cierta manera, evitar que no se contagien millones sino miles', precisó.

Pero también tiene una idea de lo que puede dejar este momento crítico para el mundo: 'La certeza de que quienes entendimos el mensaje que hay detrás de una cuarentena y una pandemia es que vamos a ser mejores personas'.