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Otro superclásico argentino de campanillas entre River Plate, campeón defensor, y Boca Juniors, líder de la Superliga, se jugará este martes, a partir de las 7:30 p.m., en una semifinal de la Libertadores-2019, con el recuerdo fresco de la volcánica final de la Copa en 2018 ganada por los ‘millonarios’.

Pasaron casi 10 meses y la vivencia de aquel histórico clásico, empañado por la violencia, parece eterna. Ahora los 'xeneizes', intentarán un desquite, con un partido de ida en el estadio Monumental riverplatense y la vuelta en la Bombonera el 22 de octubre, en ambos casos sin público visitante como ocurre en casi todos los partidos en Argentina desde 2013.

El siempre pasional superclásico tomó ahora otra dimensión desde la inédita final que la Conmebol trasladó al estadio de Real Madrid el 9 de diciembre, por primera vez fuera del continente, tras ser suspendido el duelo final el 24 de noviembre por severos incidentes con hinchas de River que atacaron con pedradas el autobús que trasladaba a los jugadores de Boca al Monumental. 

Para evitar una nueva agresión, Boca trasladará hoy a su plantel en un autobús con los cristales blindados y se dispondrá un amplio operativo de seguridad con unos 2.000 efectivos, entre policías (más de 1.000) y unos 800 guardias privados, cuando habitualmente River contrata a 500, según datos de la prensa.

De todos modos un exitoso ‘ensayo general’ se realizó en el Monumental el 1 de septiembre pasado para un superclásico River Boca por la Superliga que finalizó 0-0, sin novedades sobre incidentes.   

'No va a volver a pasar lo que pasó (en noviembre por la Libertadores), los errores que se cometieron en materia de seguridad no van a volver a pasar (...)', aseguró el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio Tapia antes del reciente superclásico por la liga local.

Todas las localidades del Monumental, unas 65.000, ya están agotadas y se estima una recaudación de unos 2 millones de dólares.

En la polémica expatriación del superclásico, la primera fuera del continente desde que en 1960 comenzó a disputarse el torneo, los de la banda roja disfrutaron un inolvidable 3-1, que significó el máximo título de su historia en el legendario estadio Santiago Bernabéu de Madrid, y el cuarto cetro de Libertadores.

Para este primer duelo, unos y otros reservaron titulares en sus últimos partidos por la Superliga. Los suplentes de River vencieron por 2-0 a Gimnasia de Diego Maradona, mientras que Boca sólo pudo empatar 1-1 ante Newell’s, que quebró una racha del arquero Esteban Andrada, quien llegó a los 1.128 minutos con la valla invicta.

La popular hinchada de Boca sacó el domingo la vista del partido ante Talleres y dedicó todo su aliento en la Bombonera al duelo de la Libertadores con River. 'Que este martes tenemos que ganar', atronó en la Bombonera, el estadio que ‘tiembla’. Los de River, en cambio, esta vez se quedaron con las ganas porque su equipo jugó en cancha de Gimnasia y la presencia de público visitante está prohibida.

El entrenador de River, Marcelo ‘el Muñeco’ Gallardo, es un experto en duelos decisivos mano a mano, con siete títulos internacionales desde que asumió en 2014, incluidas dos Libertadores. 

River y Boca se enfrentaron en 30 ocasiones por torneos de la Conmebol, con 10 triunfos para los ‘xeneizes’, 9 para los ‘millonarios’ y 11 empates, pero el último éxito de los auriazules fue en la primera semifinal de la Libertadores 2004 (1-0), y desde entonces River se impuso en cuatro ocasiones e igualaron en otros tres duelos.