A los 16 años Jair Fernández firmó con los Marineros de Seattle donde estuvo siete años. Luego pasó por los Mellizos de Minnesota (4 años), los Astros de Hosuton (un año) y los Cachorros de Chicago donde culminó su carrera en Las Menores tras una serie de lesiones.
El exreceptor, hoy piloto de la selección Colombia de Béisbol sub-23, trabaja con la organización de los Dodgers y espera que este Mundial le traiga las mismas alegrías que él le impregna a sus pupilos en el campo.
'Siempre trato de mantener la armonía en el equipo. La química y la unión son importantes en una novena. El talento viene por sí solo, pero si estamos unidos, Colombia hará un papel interesante¨, destaca el nacido en Cartagena hace 32 calendarios. 'Soy cartagenero, con raíces de Bocachica y de Luruaco', agrega.
Su voz resalta en el césped y nunca deja de sonreír. Es exigente con sus peloteros y les habla en inglés para que se sientan como en las Grandes Ligas. 'Estos son muchachos que están en el béisbol organizado. Siempre les digo que cuiden su cuerpo, porque esa es nuestra industria'.