La final de la Liga de Campeones propone otro reto al argentino Diego Simeone, entrenador del Atlético de Madrid, con el único título que le falta al técnico, que ya ha entrado en la historia del club rojiblanco y que ambiciona un trofeo memorable, anhelado por su equipo en 113 años de historia.
El máximo galardón de Europa a nivel de clubes, el título de los títulos para cualquier futbolista, entrenador y aficionado: la Liga de Campeones. A la primera oportunidad, en 2014, se quedó a un minuto; la segunda ya la tiene ante sí, este sábado en el estadio San Siro, 'fútbol puro' para alguien que lo ha ganado casi todo.
Menos la Copa de Europa. El resto los ha conquistado con el Atlético en cuatro años y medio: una Liga Europa (2012), una Supercopa de Europa (2012), una Copa del Rey (2013), una Liga (2014), 18 años después de la anterior rojiblanca de 1996, y una Supercopa de España (2015). A título por temporada. Sin pausa.
Antes, como entrenador, con el Estudiantes de La Plata ganó el Torneo Apertura (2006) y con el River Plate el Clausura (2008), en Argentina, y como futbolista consiguió una Liga y una Copa del Rey en España, ambas como centrocampista del Atlético en 1996, y una Liga, una Copa y una Supercopa en Italia, con el Lazio en 2000.
También una Copa de la UEFA con el Inter (1998) y una Supercopa de Europa con el Lazio (1999), a nivel de clubes, y unos cuantos títulos más con su selección, con la que jugó 106 encuentros, marcó once goles y logró dos Copas América; un palmarés impresionante desde el campo y desde el banquillo... sin la Liga de Campeones.
Ahí enfoca este sábado en un estadio en el que jugó con la camiseta 'neroazzurra' del Inter y en el que dirigirá a su Atlético, al club que ha lanzado a las cotas más altas de su historia sin discusión. A cinco títulos, a dos finales de la Liga de Campeones, a competir de tu a tu con Real Madrid y Barcelona, a ganar una Liga...
'En Lisboa (en 2014) aprendimos que es fantástico jugar una final de Champions, que en estas tres temporadas vamos a jugar dos y que eso es súper importante para el club y para nosotros', decía el pasado sábado el técnico, que ha diseñado al milímetro cada momento de cada entrenamiento y cada detalle del partido de este sábado.
Diez entrenamientos, divididos en dos bloques de cinco -del martes al sábado de la pasada semana y del lunes al viernes de ésta-, dos de ellos casi en secreto, a puerta cerrada completa y sin especificar ni hora ni lugar, para alcanzar la gran ambición suya y del Atlético: la Liga de Campeones.