Otra soberbia actuación de Marcel Kittel le otorgó al ciclista alemán su segunda etapa consecutiva en un embalaje, con lo que se apoderó del liderato general del Giro de Italia en lugar de Tom Dumoulin.
Acomodado de manera perfecta por sus compañeros del Etixx-QuickStep, Kittel inició su sprint a 200 metros de la meta y cruzó con cómoda ventaja por delante del italiano Elia Viviani.
Otro italiano, Giacomo Nizzolo, llegó tercero luego de la tercera etapa, que tuvo un recorrido de 190 kilómetros (118 millas) entre Nijmegen y Arnhem.
Los segundos de bonificación tras la victoria en la etapa lo colocaron nueve segundos por delante de Dumoulin en la clasificación general. Habían pasado 10 años desde que un ciclista alemán se colocara el maillot rosa.
El costarricense Andrey Amador se ubicó tercero, a 15 segundos del líder. El mejor colombiano en la etapa de ayer fue Esteban Chaves que cruzó la meta en el puesto 31. En la general Chaes se ubica en el puesto 22.
Las esperanzas de Kittel de terminar el día vestido de rosa parecieron desvanecerse tras el formidable esfuerzo en solitario de Johann Van Zyl, quien fue uno de cuatro ciclistas que se fugaron al inicio de la etapa y llegaron a tener ventaja de hasta ocho minutos.
Van Zyl atacó poco después de ingresar al segundo de los dos circuitos de 14 kilómetros hasta la meta, pero el esfuerzo coordinado de Etixx dio alcance al sudafricano, quien fue absorbido a menos de dos kilómetros del final.
Los fuertes vientos cruzados impactaron la etapa al partir el pelotón y provocar varias caídas.
Jean-Christophe Peraud, aspirante en la clasificación general, se vio atrapado en la primera de ellas, cuando su compañero del AG2R-La Mondiale se resbaló frente a él mientras el pelotón cruzaba una rotonda.
El francés de 38 años de edad, en su primer Giro, cayó primero. Aunque se levantó rápidamente, sufrió cortes en el rostro y fue trasladado en ambulancia, convirtiéndose en el primer abandono.
El lunes es día de descanso en lo que la competencia se traslada de regreso a Italia para la cuarta etapa, un trayecto de 200 kilómetros (124 millas) con escaladas medianas entre Catanzaro y Praia a Mare en el sur del país.