Juan Pablo Montoya, sin querer queriendo, nos envió una indirecta alerta: No hay que hacerse muchas ilusiones con los Juegos Panamericanos. Es que aquí contó que el Grand Prix de la Fórmula Uno en Barranquilla ¡estaba listo! Sólo le faltó una firma (sin decir de quién), que nunca llegó y que, claro, se colige que era el visto bueno de Petro, el mismo que requieren los Juegos. ¿llegará esta vez?
Si ignoró semejante competencia internacional que muchos países se disputan y que impactaría la economía del país ¡cien mil visitantes diarios! que seguro irían también otras ciudades y dejarían en ellas muchos dólares. Si no le importó que el esfuerzo y las gestiones de Pumarejo resultaran exitosos, buena por el alcalde, que los contravía decían que era fantasioso, pero lo hizo realidad al punto que los organizadores, la reputada empresa multinacional Blueprint Studios, vinieron y aprobaron la ciudad, la ruta, el recorrido, alojamientos, aprobaron las obras, aprobaron las vías existentes como aporte distrital, todo lo aprobaron, y la cosa estaba lista para el banderazo inicial, y no firmó, poco es de esperarse para los Juegos.
Es que el Grand Prix, además del montón de visitantes extranjeros nos traería desde Europa 52 Boeings con todos los equipos, vehículos de todas las marcas, 2.500 genios entre pilotos, mecánicos y operadores de diversas naciones, la construcción de siete edificios de cuatro pisos totalmente dotados para salas, bares, y demás; billones de dólares de inversión extranjera versus una pequeña inversión nacional, ¡de ninguna manera! Que a Barranquilla llegue tanta gente a gastar amarga a Petro, pues piensa que ello ayudaría la gestión de Alex, así toda la iniciativa y los trámites los haya adelantado el alcalde Pumarejo, para él es lo mismo, el “detestado charismo” impulsando más a la ciudad.
Las cifras de los Panamericanos son menores, pero igual, son factor de fama y progreso, haría que la ciudad descuelle, y Petro no le va a jalar a nada para nosotros ni aquí ni en el departamento, menos después del previsto resultado del Pacto en las regionales. No debemos, entonces, ilusionarnos, sino programarnos para adelantar todo solos, buscando apoyo internacional o con los recursos propios ejecutar una labor social, organizar ciudadanía y autoridades para lograr la tan necesaria seguridad, atender a la gente, mejorar salud y educación, llegar a los municipios para que no desmayen en la labor productiva que está en marcha, en fin, olvidarnos de la Nación pues, solos, nos sabremos defender.
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