Me refiero al ¡Horroroso Presidente Invasor! Por las acciones de invasión de Rusia a Ucrania, que es la noticia más desagradable de principios de este año, he inventado el título de este escrito, a manera de retruécano. Ustedes perdonarán, porque si hacemos un inventario de todo los que está sucediendo en Europa del Este, como comentan todos los periódicos y noticieros (más de 200 civiles muertos por día), vemos que Vladimir Putin, Presidente de Rusia, al que le asignó este título, quiere resucitar (a la fuerza) la anterior Unión Soviética (URSS) y acrecentar sus influencias comerciales en el mundo, por eso la prensa lo califica como un nuevo Hitler. Esta andanada de Putin ha sido criticada y rechazada, no sólo por la misma Ucrania sino por todos los países europeos y Estados Unidos (miembros de la OTAN) y por su mismo Presidente Biden. Ucrania se separó hace muchos años de la URSS, pero la Rusia actual presidida por Vladimir Putin, no quiere aceptar esta separación y, por todos los medios, impone su fortaleza para dominar a las anteriores regiones soviéticas e intenta dominar estos países separados para recuperar su poder político en todo el mundo.

Esta nueva situación de Ucrania me hace recordar una grave historia dentro de mis informaciones, como experto en Seguridad Industrial: Una explosión de un nuevo reactor nuclear, generador de energía eléctrica, que provocó altísimas radiaciones nucleares en la ciudad de Chernóbil (al norte de Ucrania) y sus alrededores, en abril de 1986. En este grave caso, se planeaba una planta de energía eléctrica con base en ese reactor nuclear, lo cual le daría a Chernóbil y a su región un amplio recurso de distribución de electricidad. Inicialmente se hicieron pruebas, orientadas desde Moscú, para obtener una suficiente generación eléctrica que exigió más material radiactivo, pero la planta nuclear no funcionó como se esperaba y explotó, lo cual hizo que las radiaciones se dispersaran por todas las ciudades de Ucrania y en otros países vecinos, por lo cual ocurrieron más de 100.000 afectados por radiaciones en las diversas regiones de Ucrania y regiones limítrofes. Las radiaciones accidentales no fueron informadas por Moscú sino que fueron descubiertas, en baja intensidad, en países vecinos de esa zona de Europa.

Más de trescientas personas quedaron expuestas gravemente a las radiaciones y fallecieron. Desde Moscú reconocieron que se habían equivocado con el manejo de este generador nuclear de energía eléctrica, en ese país de la URSS. Pero, no es mi intención culpar a Rusia de este accidente nuclear de 1986 en Chernóbil, Ucrania, que en esa época dependía de Moscú.

Finalizo con graves comentarios para mis lectores con esta última noticia de prensa que aparece resaltada en muchos periódicos sobre el impacto en precios de alimentos en Colombia por la guerra entre Rusia y Ucrania y que me llamó la atención. “El Consejo Nacional de Secretarios de Agricultura de Colombia, advirtió sobre los efectos que tendrá en el país la guerra entre Rusia y Ucrania, teniendo en cuenta que de esas dos naciones, Colombia importa un buen porcentaje de uno de los fertilizantes utilizados para la producción de alimentos. Indica este Consejo que este suceso va a tener consecuencias supremamente graves para la economía mundial en general, especialmente para la que tiene que ver con la producción y consumo de alimentos. ¡Colombia a la expectativa!