El Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2018-2022 se convirtió en la noticia más frecuente de los diarios de Colombia en las últimas semanas, ya que fue muy estudiado y discutido en varias comisiones de la Cámara y el Senado, hasta ser aprobado en primer debate, el pasado 22 de marzo. Y aquí, vale mencionar, nuestra Costa Atlántica consiguió un acto de salvamento para resolver (por fin) la actual y futura crisis de energía de Electricaribe y los parlamentarios que lo estudiaron incluyeron más conceptos convenientes. Pero hay algo que caracteriza y se destaca en este pacto por el progreso económico, social y ambiental de Colombia, que no ha sido muy comentado en la prensa del país: su alineación conceptual, en todos sus capítulos programados, con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) adoptados en la Asamblea de las Naciones Unidas en el año 2015 y en los que Colombia se ha comprometido.

Estos ODS ya habían sido tenidos en cuenta en la formulación de Plan de Desarrollo del 2014 al 2018, pero no fueron muy estructurados ni aplicados dentro del plan de desarrollo del gobierno anterior y, aparentemente, estos temas de desarrollo sostenible tuvieron un moderado avance en su aplicación. Pero, esta vez, en el contenido documental del nuevo PND del gobierno del presidente Iván Duque, da la impresión de que va a ocurrir una gran consolidación entre la observancia de estos 17 ODS y los diversos pactos aprobados finalmente por el Congreso y que pronto se convertirán en Ley de la República. A lo largo de este extenso PND, que tiene más de 1.000 páginas, se plantean los ODS creados por la ONU, en una conferencia internacional con la presencia de 193 países, en septiembre del 2015. Estos 17 objetivos impulsan actualmente los diversos artículos propuestos en este PND 2018-2022, para contribuir a un “crecimiento verde” bajo en carbono, con acciones para proteger y asegurar nuestro capital natural y la biodiversidad, mejorar la gobernanza ambiental en todo el territorio colombiano y lograr un crecimiento resiliente que reduzca la vulnerabilidad con relación a los riesgos de desastres naturales, el cambio climático y todas las amenazas naturales. Son 17 ODS que proponen (bajo el claro apoyo del PND) conseguir el fin de la pobreza y el hambre, fomentar la salud, el bienestar y la educación, reconocer la igualdad de género, proteger el agua limpia y generar energías no contaminantes, fomentar la innovación y el crecimiento económico equitativo, actuar positivamente por el clima y procurar que las ciudades y comunidades en general sean sostenibles a través de la protección de los ecosistemas terrestres y la vida submarina. Y, finalmente, que en el territorio colombiano exista y permanezca la paz, la justicia y unas instituciones sólidas que protejan a los colombianos y a su ambiente natural.

Estamos seguros de que este PND podrá dar muy buenos resultados económicos, sociales y ambientales al final del mandato de Duque. Es necesario que todos los colombianos, las entidades del Gobierno nacional, departamental y municipal (por un lado) y las universidades y otras instituciones de fomento y educación lo apoyen, y lo hagan progresar bajo la soberana guía de los ODS. Ya lo ha expresado Jeffrey D. Sachs, famoso profesor de Columbia University: El Desarrollo Sostenible es el desafío central de nuestra época.