Desde el punto de vista de su construcción, los edificios no deben caerse, tienen que ser sostenibles. Pero no se trata de eso, me refiero a la aplicación del concepto Desarrollo Sostenible al funcionamiento ambientalmente aceptable de los edificios de apartamentos, los conjuntos de viviendas y las casas de barrios en un aspecto que es parte de la vida diaria: la gestión de los residuos generados. En la actualidad, la necesidad de un manejo y disposición final adecuados de los residuos domésticos, para adaptarlos a las exigencias ambientales, nos lleva a pensar en nuestra educación, nuestras costumbres y en las acciones y planes de las autoridades. Empecemos por esto último, la labor que están haciendo las ciudades y, para nuestro ambiente local, las actividades que desarrolla ‘Barranquilla Verde’, establecimiento público ambiental que organiza a los recolectores asociados a cooperativas, está pendiente de recolectar las basuras que dejan las concentraciones deportivas y desarrolla capacitaciones y concursos en los colegios públicos y privados de esta ciudad.
Sobre esta labor en colegios debemos reconocer que nos hace falta cultura ambiental que nos impulse hacia la recolección y clasificación de nuestros residuos domésticos en la fuente, o sea, en nuestras propias casas y apartamentos, ya sea por la acción directa de nosotros lo propietarios o instruyendo al personal del servicio doméstico. Esta separación en la fuente tiene como objetivo optimizar el manejo de los residuos sólidos y para esto hay que crear planes y programas de educación y promoción, que todavía no alcanzan a hacerse en todo los niveles sociales. Teniendo en consideración estas necesidades e interpretando las políticas de servicio de Rotary International, nuestro Club Rotario Barranquilla Centro está planeando hacer campañas para la recolección de residuos reciclables y no reciclables, comenzando por los residuos de plástico, vidrios, metales y papeles en cada edificio donde resida un miembro rotario e invitamos también a los otros tres Rotarios de la ciudad y así llegaremos a casi un centenar de viviendas. Algo muy provechoso sería que la empresa recolectora oficial, contratista de la Triple A, organizara la recolección semanal de residuos clasificados como existe en todas las ciudades progresistas, como Barranquilla. Invito a mis lectores a que consulten por internet las campañas de dos ciudades de Estados Unidos: Oakland y el Distrito Miami-Dade.
También las universidades de Barranquilla tienen planes de recolección final de residuos de una manera efectiva y no es raro encontrar en los sitios web de estas instituciones o a través del servicio prestado por el “Dr. Google”, las tesis de grado que tratan este tema ambiental a fondo. Un trabajo que me llamó mucho la atención es la tesis de grado de Deisy Lopera y Marien Dávila, ingenieras ambientales de la Universidad Tecnológica de Pereira, titulada “Buenas prácticas ambientales enfocadas a los residuos sólidos del conjunto residencial Villa Verde”. Con este trabajo de grado termino esta invitación para que pensemos en nuestra obligación, como barranquilleros, de manejar ordenadamente nuestros residuos domésticos y empujemos las acciones cívicas y gremiales.