Quiero compartirte cariñosamente la carta de cumpleaños que le acabo de enviar a mi hija:
Querida Elsa, hoy es un día muy especial, un día que marca cerca de cuatro décadas llenas de momentos y recuerdos que han formado a la persona maravillosa que eres. ¡Feliz cumpleaños!
Desde el día en que llegaste a mi vida, has sido una fuente constante de alegría, orgullo y amor. Recuerdo tus primeros pasos, tus risas contagiosas y la curiosidad inagotable que siempre te ha caracterizado. Has crecido y te has convertido en una mujer increíblemente fuerte, inteligente y compasiva.
Me llena de orgullo ver todo lo que has logrado. Tu dedicación, tu pasión por aprender y tu capacidad para superar los desafíos con gracia y determinación son cualidades que admiro profundamente. Eres un ejemplo de perseverancia y bondad, y me siento afortunado de ser tu padre.
A medida que entras en esta nueva etapa de tu vida, quiero ofrecerte algunas recomendaciones porque como padre, siempre deseo lo mejor para ti:
Sigue creyendo en ti misma: tienes un talento, unas cualidades y una sabiduría innatos. No dejes que las dudas o las inseguridades te impidan alcanzar tus sueños.
Cultiva tus relaciones: rodearte de personas que te aman y te apoyan es esencial. La familia y los amigos son tesoros invaluables que enriquecen nuestra vida y que merecen dedicarles tiempo y esfuerzo.
Cuida de tu salud: mantén un equilibrio entre el trabajo y el descanso. La vida no es solo cumplir con las obligaciones laborales. Hasta Dios, dice la biblia, el séptimo día descanso y disfruto de su obra. Tu bienestar físico, mental y emocional es fundamental para vivir una vida plena y feliz.
Nunca dejes de aprender: la curiosidad es una de tus mayores fortalezas. Sigue explorando, investigando y descubriendo nuevos campos vitales y pasiones.
Practica la gratitud: apreciar las pequeñas cosas de la vida te traerá paz y alegría. Siempre hay algo por lo que estar agradecido. Inicia tu día dando gracias a quien corresponda por todas las cosas positivas, iniciando por estar viva.
Sé amable contigo misma: permítete cometer errores y aprender de ellos. La perfección no existe, pero la autenticidad y la sinceridad contigo misma son invaluables. Lo importante no es caer sino levantarse y aprender de cada caída.
Querida hija, cada día me siento más agradecido por haber tenido una hija como tú en mi vida. Desde pequeña mostraste que eres una persona extraordinaria y sé que este nuevo capítulo de tu vida, que hoy se inicia, estará lleno de nuevas aventuras, retos y logros. Disfruta de cada momento, celebra tus éxitos y aprende de tus desafíos.
Te quiero con todo mi corazón y siempre estaré contigo para apoyarte si lo necesitas en cada paso del camino. Con todo mi amor y orgullo, tu Papá.
@drjosegonzalez
