Las noticias sobre el Medio Oriente son atropelladas por lo numerosas. Informan sobre muertes de seres humanos indefensos en situaciones horrendas. La guerra es eso, Tánatos, instinto de muerte, reinando.

Pensadores palestinos e israelíes han hablado hasta en épocas recientes de formas de entenderse sin excluir la disparidad de posiciones. El palestino Sari Nusseibeh, rector de la universidad árabe de Jerusalén "Al Quds", lucha por conseguir la paz entre los dos pueblos basando su argumentación en la coexistencia de dos estados vecinos. En diálogo con el escritor judío Amos Oz, proclamó : "queremos acabar de una vez por todas con el dolor, y el mundo nos puede ayudar a conseguirlo apoyándonos a los que estamos en la vía del pacifismo". El judío Oz coincidió con Nusseibeh en la defensa de la creación de un Estado palestino, con Jerusalén como capital compartida de los dos Estados. Anotaron : "La mayoría de la población está convencida de que lo que proponemos es la respuesta al problema, pero no es ningún secreto que en nuestras sociedades hay todavía mucha rabia y mucho dolor, y quizás odio".

El odio se convierte en venganza, si no se controla con la razón. La venganza se halla ligada con el origen de las guerras. La cólera de Aquiles incendió la guerra contra Troya,  canta Homero en la Ilíada. En una entrevista hecha el sábado anterior por El País de España a una sobreviviente del Holocausto, la poeta judía de 92 años, Edith Bruck, decía que estaba dolida con la masacre de niños, jóvenes, mujeres, cometida por Hamás: "algo espantoso, una barbarie". Pero siente temor por la respuesta de Israel a los terroristas : "la venganza y la violencia sirven de poco". Dijo algo increíble : Estando en un campamento, tras la liberación del campo de concentración en que se hallaba, vio un soldado nazi capturado por los americanos, que le pedía un poco de comida: "El que tenía enfrente podía haber sido el que mató a mi padre o mi madre; pero, me dije "no empecemos con odio". Y compartió con él pan y chocolate. "El odio se ha multiplicado", -prosigue Edith-. No confío en que pueda resolverse. Es muy difícil que se produzca un acercamiento, que se entable un diálogo. Tanto árabes como israelíes judíos han tenido todo el tiempo del mundo para firmar definitivamente cualquier tipo de acuerdo de convivencia y paz, incluso mínimo". Bruck no oculta su escepticismo. Pero tanto Oz como Nusseibeh rechazaron que sus planes para Israel y Palestina sean utópicos, aunque admitieron que por el momento los respectivos dirigentes políticos no están en la labor de asumirlos.