Conocí la música clásica y a sus grandes compositores de la mano de mi padre. Los domingos, muy temprano en la mañana, la cita familiar era con el televisor para ver y escuchar, en el más absoluto silencio, el programa ‘Música para Todos’ transmitido por Inravisión. Aún recuerdo la curiosidad que se despertó en mi al enterarme que Ludwing van Beethoven era sordo cuando compuso su Sinfonía N.º 9 en re menor, op. 125.

Apoyado en mi formación médica y motivado en el interés por conocer más acerca de la discapacidad del compositor, emprendí años después el estudio de la historia clínica del famoso paciente.

Ludwing fue el segundo de siete hijos, de los cuales solo tres sobrevivieron más allá de la temprana infancia. Vivió casi 57 años, 21 menos de la expectativa de vida promedio para los hombres hoy en Alemania. Padeció desde muy temprano en su vida problemas de salud asociados con la función del intestino y con la audición. Muchas causas se han mencionado como factor común desencadenante de los síntomas mencionados, entre ellas la tuberculosis, la intoxicación crónica por plomo y algún tipo de afectación inmunológica.

Los últimos años de la vida del genial compositor se vieron marcados por un trastorno de ansiedad social combinado con síntomas de depresión que lo llevaron a abusar de la ingesta de alcohol. De manera insólita y contradictoria, a medida que su salud y audición se deterioraban aceleradamente, su obra musical se engrandecía.

Basados en el anterior breve resumen de la historia clínica de Beethoven, se pueden enumerar algunos de los impactantes avances en salud que han permitido extender de manera significativa la longevidad de la especie humana. Las vacunas y el uso adecuado de los antibióticos han logrado disminuir de manera importante las muertes por enfermedades infecciosas en la infancia. La Salud Ocupacional y la Salud Ambiental han evitado la exposición, de trabajadores y de la comunidad en general, a prácticas peligrosas en la preservación de alimentos y alfarería con preparados a base de plomo. El desarrollo de la investigación en ciencias básicas biomédicas ha permitido entender y tratar enfermedades de origen molecular que alteran entre otros, a nuestro sistema de defensas.

Lamentablemente el músico no logró beneficiarse de los citados adelantos científicos que hubiesen podido prolongar su creativa existencia. Si bien, su relativa corta vida estuvo marcada por el sufrimiento físico, su obra ha logrado alegrar muchas existencias con los ratos de placer que se viven al escucharla.

La próxima semana, justo a punto de cumplirse los 195 años de haber sido estrenada la “Coral”, tendremos en Barranquilla el Concierto Euro-Caribe en el marco de la Cátedra Europa de la Universidad del Norte. Será esta una oportunidad única de gozar con la interpretación, por más de 200 músicos, de lo que los organizadores han llamado, Beethoven se vive en el Caribe colombiano.

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