La situación en el sector agropecuario, en la región caribe en la actualidad, es de una crisis alarmante y esta crisis hace mella en La Guajira, lo que origina múltiples causas comunes entre la región y el departamento.
Existe una carencia de políticas públicas hacia este sector definido y más aún sin visión a largo plazo. También existe una deficiente estructura de apoyo a la producción rural y deterioro de la actual. Los esquemas de comercialización que promueven la intermediación y propician el distanciamiento entre el productor y el consumidor, con sus consecuencias efecto nocivas, de disminuir los precios al primero y encarecerse al segundo.
De igual manera el sistema de crédito es de difícil acceso, donde existe una carencia de plazos y tasas adecuadas a la realidad del sector y soportando fundamentalmente en el riesgo, cuya concepción apoya tímidamente al productor y beneficia ampliamente al sector financiero.
La competencia desigual en los TLC con productores de otros países que son favorecidos con políticas e instrumentos de apoyo adecuados.
Además, que los precios de los insumos agropecuarios y maquinarias e implementos en ascensos permanentes y carencia de control oficial a los márgenes de utilidad de la industria productora y comercializadora de estos, con alta incidencia en los costos de producción.
Vista así las cosas La Guajira y la Región Caribe deben hacer equipo en especial con los representantes de la democracia como lo son los senadores y representantes de esta región más los gobernadores y alcaldes para establecer reglas claras y que de verdad haya un subdesarrollo sostenible para el sector agropecuario que incide en la generación de empleo y que subsidios como el ingreso solidario, familias en acción y otros no es la panacea para sacar adelante la economía regional y departamental.
Se debe estructurar una política crediticia que ofrezca un programa de alivio y restructuración de las deudas del sector agropecuario que atienda las características propias de cada actividad e incluya programas de créditos con amplia cobertura, desembolsos oportunos y bajas tasas de interés, créditos a largo plazo – 10 años – como los hipotecarios.
La secretaria de desarrollo económico es la llamada a liderar todas estas propuestas para buscar una verdadera sostenibilidad y en un desarrollo a fin de lo que La Guajira necesita a corto y mediano plazo.
Hoy se puede afirmar que dicha secretaría está en buenas manos. El actual secretario de desarrollo económico Alberto Ariza Cujia, profesional sanjuanero está enrutando a través de la secretaría por la ruta correcta y esto genera confianza para el sector productivo de La Guajira. En la próxima columna estaré enumerando las rutas que ha tomado Ariza Cujia para recuperar el alicaído sector agropecuario.