La dependencia emocional se define como una necesidad de afecto y contacto continuo y excesivo por parte de la pareja.

Los estudios revelan que existe una relación entre la dependencia emocional, la regulación emocional y el abuso psicológico en las relaciones de pareja. De hecho, se ha observado que las mujeres presentan más dificultades en la regulación emocional.

Aunque una relación no haya sido satisfactoria o se encuentre deteriorada, las personas dependientes intentan reanudar la relación aferrándose a ella, evitando situaciones amenazantes como es el caso de las discusiones y llevando a cabo infinidad de actos con el fin de no romper la relación.

Los dependientes emocionales son personas que no sienten afecto hacia sí mismos e intentan compensar adoptando habitualmente una postura de sumisión en las relaciones.

Las parejas de las personas con dependencia emocional, a su vez, pueden adoptar comportamientos dominantes, produciéndose así un desequilibrio en la relación.

La persona con dependencia emocional prioriza a la pareja sobre cualquier otra cosa, las aficiones que tenía en un primer momento se van perdiendo y las amistades y la familia van pasando a un segundo plano, dejando así progresivamente de lado varios aspectos de su vida diaria, viviendo la vida del otro.

En múltiples investigaciones se ha relacionado la dependencia emocional con la violencia doméstica, sugiriendo que podría ser una de las causantes de la perpetuación de este tipo de situaciones o relaciones hasta llegar a considerarse destructivas.

La presencia de dependencia emocional junto con el abuso psicológico es la mezcla más dura, difícil e incluso destructiva que puede haber en una relación de pareja.

Las personas dependientes emocionales presentan gran dificultad para abandonar a su pareja, puesto que temen a la ruptura y a la soledad que esto conlleva.

Es así como la necesidad que experimenta la pareja hacia el dependiente aumentará, al igual que el desprecio que siente hacia él. Todo aquello podría generar agresividad frecuente tanto física como verbal, en forma de críticas, humillaciones, burlas o menosprecios.

Uno de los factores que puede ayudar a evitar la violencia en la pareja es la capacidad de regular las emociones negativas.

La regulación emocional consiste en los procesos por los cuales las personas influyen sobre las emociones que tienen, cuándo las tienen y cómo experimentan y expresan esas emociones. Acepta la emoción, siéntela, haz respiración diafragmática, medita, relájate, analiza y actúa. Dicho de forma sencilla las emociones son señales en el interior de tu cuerpo que te comunican lo que está pasando.

Se han relacionado a las personas que muestran dependencia emocional con la presencia de niveles bajos de regulación emocional y, en consecuencia, con conductas violentas precedidas por sentimientos de angustia o ira intensa ante la posibilidad real o imaginaria de un abandono por parte de su pareja.

La creación de programas de prevención e intervención que incorporen elementos para trabajar tanto la regulación emocional como la dependencia emocional podrían ser útiles para la prevención e intervención en violencia psicológica.

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