Dicen que las feministas – jodemos – por todo, tienen razón y los seguiremos haciendo porque la realidad patriarcal lo amerita y exige, es necesario ser intensas y no apaciguar la causa, porque nada está logrado mientras las niñas y las mujeres vivamos con miedo y haya falencias en la garantía de los derechos.
Este mes de noviembre hay todo tipo de movilizaciones en el marco de la conmemoración del día de la no violencia contra las mujeres (25 de noviembre) fecha que fue escogida en un encuentro de mujeres de Latinoamérica celebrado en Bogota en los bellos años 80 en Bogotá, supe de esta historia por Florence Thomas en las tertulias del café de mujeres, me imagino aquellas valientes mujeres conspirando poderosas ideas y reflexionando respecto al asesinato de las hermanas Mirabal el 25 de noviembre de 1960 en República Dominicana, en manos de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, Patria, Minerva y María Teresa Mirabal,
Noviembre es un mes de agitado activismo en todo el mundo, muchos ante eso afirman “Que mamera las feministas ¿Qué más quieren? Ya tienen todo” quisiéramos que fuera cierto eso, pero la realidad es que estamos en un tiempo de altos índices de violencias, desigualdades sociales y feminicidios, por ello, aunque se han logrado algunas cosas producto de la lucha intensa de las mujeres dado que nada ha sido regalado, es importante que aquellas mujeres y hombres que dicen incomodarse por la – “intensidad de las mujeres” sean conscientes que los accesos que tienen a lo público, a la educación o al trabajo, no son regalos del cielo sino producto de grandes apuestas colectivas de quienes son conscientes de las desigualdades que existen.
Así las cosas, ninguna iniciativa a favor de la reivindicación de los derechos de las mujeres, estará de sobra, la causa por ellas es cada vez más pertinente de lo que pensamos, porque en muchas culturas las violencias están normalizadas y la cosificación de sus cuerpos aprobada como si hiciera parte del paisaje axiológico. Esto debe cambiar, las niñas y las mujeres en todo el mundo merecemos vivir en libres de todas las violencias, es que es inaudito que por el hecho de nacer mujeres tengamos la condena de vivir bajo mandatos del machismo arropado por supuestos principios culturales. La cultura debe ser el respeto por los derechos y no la vulneración de estos.
Por ello, siempre celebraré las iniciativas pro mujeres que no se silencian, ni se rinden; causas que se enriquecen desde su diversidad, el ecofeminismo, el feminismo político, los derechos sexuales y reproductivos, la comunicación para el cambio social con enfoque de género, desde cualquier orilla es pertinente seguir trabajando por la igualdad de derechos, aclaro, que esto no es un tema exclusivo de las feministas, esto es un asunto de desarrollo social integral que nos afecta como humanidad (sin excepción de estrato social, sexo, religión o cultura), todos los grupos sociales están llamados a hacer de cada día una conmemoración activa del 25 de Noviembre, que se vuelvan recuerdos las violencias y que se rehumanicen las formas de relacionarnos, que volvamos al amor, al respeto por las diferencias, a la paz espiritual y a permitir que como humanidad nos sintamos seguras, confiadas y libres.
Y termino afirmando que la realidad es cruda y debemos seguir, como dice Cesar López “hasta que nos duela la vida” hasta que no haya una niña o una mujer más asesina o violentada, la causa sigue porque #AmarNOSesUrgente y toda violencia es una bala perdida que mata sueños.