¿Por qué en Colombia, por lo general, bautizan las calles con números y no con nombres propios o comunes? BW, Bogotá
Más allá de que una calle tenga un nombre florido o uno que evoque a figuras del arte, el deporte, la historia o la política, para quien llegue de visita y para los mismos habitantes de una ciudad es más fácil orientarse y localizar una dirección si las calles están numeradas. En Colombia, en 1909, en vísperas del centenario de la Independencia, un decreto del presidente Rafael Reyes determinó que calles y obras públicas debían llevar nombres que evocaran gestas y personajes históricos. Pero luego la Ley 40 de 1932 decretó que los concejos municipales debían numerar calles y casas urbanas. Por eso, en Barranquilla, por poner un ejemplo, la calle de las Vacas pasó a denominarse en 1909 avenida Boyacá, y en la década de los treinta empezó a llamarse, simplemente, calle 30. Además de claridad, este sistema de números tiene la ventaja de que con él no surgen controversias cuando los nombres se ponen sin el consenso de las distintas fuerzas de una ciudad. Fue lo que pasó en Barranquilla con el primer puente Pumarejo, que oficialmente figuraba con el nombre de Guillermo León Valencia, personaje respetable, pero que le dice muy poco a nuestra ciudad.
¿De dónde viene el nombre ‘capuchón’, atuendo del Carnaval? Ana Paz, B/quilla
‘Capuchón’ está relacionado con la palabra latina caput ‘cabeza’. Por eso, en los días del Imperio Romano se decía que Roma era caput mundi ‘cabeza del mundo’. Si caput quiere decir cabeza, es lógico que de esa voz provengan los nombres de algunas prendas que en ella se portan, como capuchón, capucha, capuz, caperuza… El término se ha prestado para hacer asociaciones; por ejemplo, a los curas capuchinos se les dice así por utilizar un hábito marrón con una larga capucha; y la bebida italiana consistente en café expreso y espuma de leche es un capuchino porque su color recuerda el del hábito de tales curas.
Un amigo español suele decir: “Voy a por un café”… B. N. A., B/quilla
Según el Diccionario panhispánico de dudas, el empleo de ‘a por’ con el sentido de ‘en busca de’ no es censurable, pese a que se perciba “como anómalo en el español de América, donde se usa únicamente ‘por’ ”. Es decir, las dos opciones son válidas, como lo confirma la Fundación del Español Urgente: “El uso de ‘a por’ es correcto [voy a por un whisky]. En el español de América se emplea únicamente ‘por’ [voy por un whisky] y en España, donde ‘a por’ convive con ‘por’, también tiende a preferirse ‘por’ en la norma culta”.