Es curioso que una de las últimas oportunidades perdidas que tuvo Luis Fernando Suárez para convencer al público del Junior fuera un partido contra el Atlético Nacional, y que la primera que tiene el Junior de Julio Comesaña para reverdecer laureles y confirmar nuevamente la credibilidad que siente el Metro por su trabajo sea también ante el mismo equipo antioqueño.
La hora de la verdad para Comesaña, en este nuevo capítulo con Junior, comienza hoy. Parece que sea fácil porque este equipo tocó fondo. Porque hace tiempo que este Junior no doblega a un rival de prestigio, y aunque Nacional puede que no esté pasando por su mejor momento, sigue siendo un coco. Comesaña es consciente que aceptando este nuevo desafío, con un equipo que dejó campeón, que jugaba un fútbol cautivador, y ahora lo encuentra bajo de moral y sin red en la que sostenerse, tiene más a perder que a ganar.
No tiene a Jarlan ni tampoco a Jhony González, al que quizás mucha prensa no valoró en su justa medida. Aunque quizás también, ni Jarlan ni Jhony llegaron a calcular lo que se perdían dejando a Junior. Como tampoco deja de ser una verdad que los jóvenes que se quedaron gozaron de un aumento económico en sus fichas que puede que les haya llenado la cartera, embellecido el cuerpo ante sus fans, y, al mismo tiempo, acomodado futbolísticamente. Por eso, a partir de hoy, toda esa buena plantilla de Junior, todo ese equipo titular que designe Comesaña para afrontar el primer encuentro del cuadrangular tenga la obligación de demostrar su compromiso con el club, con la afición y con su propia carrera profesional. No valen dudas ante este final de campeonato después de los vaivenes que dieron durante la primera fase.
En el ambiente y en el entorno existen las dudas y vuelan los comentarios que aseguran que estos jugadores le hicieron “la cama” a Luis Fernando Suárez. Ellos, solo ellos, tienen que demostrar lo contrario.
Soy un defensor de los profesionales. No creo que ninguno venda su alma por una derrota o por hundir a un entrenador. Sí creo, sin embargo, en que cada técnico tiene su librillo y que el de Suárez no era el que podían leer mejor estos jugadores. Toca victoria Junior. Toca volver a ganar, aunque sea por tu madre. Todos te llaman “Junior tu papá”, hoy dale ese regalo a las Mamás.