Los Tigres de Detroit recibieron una invitación formal de la Liga Cubana de Béisbol para que el equipo detroitiano efectuase uno o tres partidos en La Habana. La novena de las Grandes Ligas hizo los arreglos y partió para Cuba.

En su primer partido comenzaron los problemas con el equipo estadounidense.

Ty Cobb fue a batear y sacó una roleta que los americanos llaman grow under y Cobb creyó que había sido safe, más fue out. La decisión de out dejo perplejo a Cobb, pero este no dijo nada.

En el siguiente turno al bate, Cobb tocó la pelota ya escarmentado con la primera decisión y al recibir un segundo out estalló enseguida.

Cobb de inmediato pidió una cinta métrica para medir la distancia que había allí entre home y primera base; la medida tomada con la cinta métrica reveló de inmediato el fraude que se había montado.

Cobb comprobó de inmediato que se lo habían montado a él, como se comprobó que la distancia entre home y primera base tenía un pie más que la distancia de lo que dice el reglamento!

¡Para que fue eso! Cobb comprobó que le habían agregado un pie más a la distancia y empezó a insultar a las autoridades beisboleras.

Sin embargo, Cobb pretendía retirarse del estadio habanero de la propia capital cubana, pero las propias autoridades del club americano le hicieron ver a Cobb que aquello no era justo e instaron a seguir en el juego.

Este descubrimiento de un burdo fraude despertó toda clase de comentarios en los Estados Unidos. Qué tipo de fraude una serie de béisbol de no haber sido limpia y pidieron una rigurosa investigación.