La infraestructura de transporte es un sector de vital importancia: genera crecimiento, competitividad y equidad, y, por encima de todo, conecta a las personas y mueve las mercancías que producimos. Desafortunadamente, por años estuvo marcada por la poca confianza y por escándalos que no solo impactaron al país, sino al continente. El tiempo pasaba, y las obras necesarias para unir a las comunidades no se concluían.
Esa era la situación cuando llegamos al Ministerio. La meta entonces era darle una mayor relevancia al sector, devolverle la credibilidad y la confianza y hacer realidad un mensaje que el presidente Iván Duque había repetido durante su campaña: la necesidad de “concluir, concluir, concluir”. Había que entregar las vías, pues una ciudadanía mejor conectada es una sociedad con mayor equidad.
Era un reto monumental. El país tenía el ambicioso proyecto de las Autopistas de Cuarta Generación (4G), que por diversas razones se había estancado: de 30 proyectos contratados, solo 6 avanzaban a buen ritmo, 3 lo hacían con problemas y 21 estaban quietos. Además, obras de gran magnitud, como el Túnel de La Línea o el Puente Pumarejo, también tenían problemas.
Al mandato presidencial de “concluir” se unió otra premisa: los ciclos de infraestructura deben trascender los gobiernos. Las obras no son de un presidente: son de los colombianos que las necesitan. Antes que pensar en cambiar los proyectos, había que destrabar lo que estaba estancado.
Dos elementos fueron definitivos. El primero fue un diagnóstico de las problemáticas del Programa 4G, que elaboramos desde el Ministerio. Este documento nos permitió identificar las problemáticas comunes de los proyectos, así como presentar alternativas de solución similares para todos.
Lo otro fue la toma de decisiones de manera coordinada, gracias a la creación de la Comisión Intersectorial de Infraestructura, que congrega, bajo el liderazgo de la vicepresidencia, a todas las entidades que tienen incidencia en el desarrollo de la infraestructura, para encontrar soluciones entre todos. Además, se estableció el Cuarto de Reactivación Económica, un espacio para aplicar a los distintos contratos el diagnóstico encontrado.
Un arduo trabajo durante 15 meses de Gobierno, así como las gestiones de la Comisión y del Cuarto, han derivado en una mejor toma y ejecución de decisiones, que le cambiaron la cara al sector: hoy, tenemos 22 proyectos 4G andando a buen ritmo, y seis próximos a reactivarse.
Según el Dane, en el tercer trimestre de 2019 el rubro de obras de ingeniería civil creció 13%. Desde el inicio del gobierno este ha aumentado 14,5 puntos porcentuales. Ese dinamismo tiene un impacto muy positivo en el empleo. Los grandes proyectos concesionados han generado más de 100.000 empleos.
Otra prueba del cambio del sector es que hemos alcanzado seis cierres financieros, que significa que los proyectos aseguraron los recursos para su culminación. Se trata de un gran respaldo a nuestra gestión, pues los 13 cierres financieros conseguidos antes de este gobierno tomaron cuatro años.
Otras obras fundamentales para el pais como el Túnel de la linea y el Puente Pumarejo también presentaban problemas porque su finalización estaba desfinanciadas. El Gobierno con el apoyo del Congreso, no solamente consiguió los recursos que faltaban, sino que puso manos a la obra para terminarlas con una seguimiento detallado y veedurías por cada proyecto. El Puente Pumarejo se entregara el próximo 20 de diciembre y el Túnel de La Línea en Mayo de 2020 y las doble calzadas en Tolima y Quindio en diciembre de 2020.
Otro reto enorme es potencializar el río Magdalena. Por eso, era fundamental recuperar la navegabilidad por el Canal de Acceso al Puerto de Barranquilla, a través de un dragado preventivo que ha llevado a que se moviera por el canal 27% más de carga que el mismo mes de 2018.
Nuestro objetivo principal es transformar vidas a través de la infraestructura. Queremos que cada colombiano sienta que el transporte lo une a lo que más quiere.
*Ministra de Transporte