Los cambios sorprendentes observados en la controvertida Reforma de la salud, archivada en la Comisión Séptima del Senado de la República, en los recientes días, han mostrado una profunda división ideológica y práctica de la forma como se debe organizar la estructura de manejo para lograr ofrecer y prestar las mejores condiciones a la sociedad colombiana, sobre todo para a aquellos con menores recursos. Se está gestando como lo informaron los medios de comunicación una nueva propuesta proveniente de una unión, de un grupo de EPS con el actual gobierno. Las mismas que peleaban por su continuidad, ahora, aceptan la posición de Gestoras. Lo anterior, nos lleva a concluir que nuevamente la propuesta no va a tener en cuenta, los componentes más importantes, como debería ser los pacientes o afectados, y los trabajadores de la salud, completamente enviados para la banca de atrás. Todavía, no se han dado cuenta que, para lograr un buen resultado, solo se hará con esta participación. La reforma que no se haga de esta forma está echada al fracaso, ante la no resolución de los problemas existentes, y la creación de otros que aparecerán ante las nuevas fallas.
Sin conocerse el presupuesto que los nuevos cambios traerán y, la forma de cubrirlos, al menos con la prevención y tratamiento de las enfermedades, la situación desde el punto de vista administrativo y financiero, es una gran mentira, ofreciéndose, como en ningún país del mundo, el cubrimiento de tratamientos, muchas veces no comprobados, que empobrecen, no solo al paciente, con mala calidad de vida e imposibilidad de una vida digna, hasta el sufrimiento y destrucción de muchas familias. El infinito no existe para la muerte y los manejos y tratamientos médicos, serán siempre limitados ante esta natural eventualidad.
Las formas de atención en salud, deben mejorar en accesibilidad y calidad, para todos los ciudadanos en Colombia. Una demanda acelerada por los bajos niveles de prevención y de apoyos sociales, es empeorada, ante la equivocación logística de atención, que no sale de las personas, formadas para tal fin sino de organizaciones dedicadas a conseguir cada vez mayores ingresos.
Si de verdad, se quiere hacer una buena propuesta de reforma a la salud, esta debe tener como base, las organizaciones sanitarias con experiencia, cuando muchos confunden EPS, con las instituciones prestadoras de los servicios IPS.
De acuerdo, con la necesidad del aseguramiento, de la solidaridad, del respeto por los demás, y de mejorar al máximo la atención primaria, con extensión a los sitios apartados. Igualmente, estoy de acuerdo, con la participación de la empresa privada, pero, con el ejemplo de una clase pública fortalecida y ejemplar. Al mismo tiempo, contar con la participación de universidades, y escuelas de enseñanza para la mejoría en la educación, formación y el reconocimiento laboral de las profesiones médicas y paramédicas. En el área administrativa y financiera, la base es detener la corrupción imperante, el engaño a los enfermos y un control, uso de los recursos contando con los conceptos médicos y científicos, dados, con evidencia de la verdad.