Me emociono leyendo los salmos. Me gustan las imágenes que usa el poeta para expresar las emociones que le produce su experiencia espiritual. Las figuras literarias son tributarias de su momento histórico, de su cultura y social en el que viven. Por eso siempre es necesario interpretarlas y tratar de encontrar los mensajes que allí están presentes.
Por ejemplo, me llena de confianza el Salmo 27 cuando dice: “Aunque un ejército me rodee, mi corazón no tendrá miedo; aunque se preparen para atacarme, yo permaneceré tranquilo”.
La invitación a la confianza con esta hipérbole es contundente. Nos quiere provocar una emoción de seguridad que no depende de los estímulos externos sino de nuestra convicción interior. El salmista sabe que la única forma de construir la vida de manera coherente y responsable es confiar. Cada uno debe encontrar esa herramienta espiritual que se vuelve fuente de esas emociones que requiere. A mí la oración y la meditación de los salmos me permiten sentirme capaz de seguir aún en medio de la noche oscura.
Confiar en nuestras capacidades y posibilidades. Confiar en aquellos que estando a nuestro lado han demostrado que son confiables; porque no nos han fallado y han sido leales en los peores momentos. Y confiar en Dios, quien nos sostiene en la existencia y asegura el sentido de la historia; es posible que no entendamos la forma en cómo nos puede ayudar pero sabemos que lo hará. Seguro no va suplantarnos en nuestras decisiones ni actuará mágicamente en nuestra cotidianidad pero sí actuará con su poder y nos sorprenderá.
Quien vive desde esa confianza tendrá el carácter, la seguridad, la templanza y la sabiduría para decidir responsablemente. No podemos dejar que los miedos socaven nuestras bases y nos hagan perder el control. Es necesario conectarnos con lo mejor de nuestro ser para no desfallecer. La experiencia espiritual nos asegura que la vida tiene un sentido y este no será cancelado por ninguna situación. Por ello es necesario buscar prácticas espirituales que nos generen esa certeza en el corazón de que vamos a superarlo todo, aun saliendo derrotados. Confianza es la seguridad de seguir aunque se den muchos cambios nacidos en derrotas o fracasos.
El salmo sería una buena oportunidad para provocar nuestras emociones de seguridad y en el silencio del corazón sentirnos fortalecidos para seguir. No sé cuál es la situación que tengas y que te preocupa pero lo que sí sé es que saldrás adelante y podrás celebrar. Eso es la confianza. Hoy te invito a tener ese contacto espiritual que te permita experimentar para no darte por vencido. La vida supone todo lo difícil que vivimos.