Una bacteria es capaz de acabar con tantas vidas de acuerdo a la cantidad de ellas que puedan multiplicarse en el menor tiempo posible. Mientras se multiplican las bacterias son capaces de producir sustancias que en mínimas cantidades destruyen los otros seres vivos que en forma desordenada y sin respetar los criterios de los adelantos científicos, toman medicamentos que muchas veces por la prescripción inmadura, folclórica y sin los debidos controles de su uso, disminuyen cada vez más, sus efectos necesarios para salvar vidas, los antibióticos. Su mala utilización nos lleva cada vez más lejos en la creación de bacterias cada vez más resistentes, a través de mecanismos que ellas mismas fabrican.
¿Para dónde vamos en esta irresponsabilidad de utilización de antibióticos? Ya hay situaciones claras a la vista, cuando sabemos que después de solo unos días las bacterias elaboran a través de mecanismos internos, sustancias que las fortalecen e impiden la acción de los antibióticos. El resultado, el crecimiento de las bacterias “asesinas”, que pueden ocasionar grandes complicaciones que incluyen la muerte, a pesar de la fabricación de nuevos antibióticos. Es una carrera desventajosa, si tenemos en cuenta que, para el descubrimiento de un nuevo antibiótico, transcurren entre 7, 10 o más años. Además, tenemos un retraso bastante grande, frente a los países desarrollados, que tienen los medios tecnológicos, avances científicos y recursos económicos, como se demuestra con el hecho de que, no producimos, un solo antibiótico por nuestros propios medios, teniendo que depender de los que ellos produzcan y nos vendan a precios elevados.
Tan importante como el control de la violencia, la criminalidad, la corrupción, la inseguridad, es el control de las bacterias asesinas, responsables de numerosas muertes de pacientes que en su mayoría necesitan hospitalización y atención. en unidades de cuidados intensivos, aumentando enormemente, los días de hospitalización y procedimientos costosos, dentro de los que se incluyen, la necesidad de utilizar antibióticos y tratamientos de alto costo.
Las medidas que se desarrollen en el control del aumento de bacterias peligrosamente asesinas, tendrán repercusiones importantes en nuestras vidas que de lograrse su control a través de normas, reglamentos y restricciones en la formulación y utilización de antibióticos se evitará lo pronosticado que para el 2050 una sola clase de bacterias como el Acinetobacter baumannii multirresistente, que produciría unos 10 millones de muertes cada año. El manejo de la salud debe incluir políticas públicas para el uso racional y control de los antibióticos. Educación desde la casa, en escuelas, universidades y en los sitios de trabajo.
Mientras tanto, la discusión política sobre el estado de la salud actual, empeora en medio de discusiones políticas inoficiosas y sin resultados. Unámonos pronto, todos en la lucha para el buen uso de antibióticos, drogas maravillosas y salvadoras de muchas vidas.








