Entre las múltiples desgracias que ha generado este nefasto gobierno y sobre todo el mitómano, esquizofrénico y por ende, peligroso pseudo presidente Petro, se destaca un absurdo y hasta bochornoso fenómeno nunca antes sucedido en el pasado democrático de nuestro país, como lo es el hecho de hacerle creer a más de un centenar de ciudadanos que ellos, o cada uno de ellos puede ser presidente de Colombia, y como consecuencia este país del Sagrado Corazón cuenta hoy con más de 100 precandidatos a ocupar el sagrado Solio de Bolívar. Supone uno que ante el pobre desempeño de este gobierno de izquierda y el lamentable espectáculo que a diario nos brinda este circo con un deprimente elenco de incapaces, resentidos y delincuentes, cualquier guacharaco que haya ocupado una posición de segunda o tercera categoría en el Estado opina y quizás con razón, que puede hacerlo mejor que Petro. Y obvio, si hasta yo que jamás he estado untado de política tengo la certeza que lo haría mejor, ¿Qué se deja para aquellos que manejan el tema así sea de carambola?

Pero la desagradable realidad es que no todos esos precandidatos son simplemente más ilusos que los que compran el Baloto, porque con este muy de vez en cuando se gana, sino que algunos son avivatos que utilizan o pretenden utilizar este cuarto de hora lanzando sus nombres al ruedo con fines totalmente diferentes a ganar en las elecciones porque saben que solo, y de vaina, sus familiares votarían por ellos. Por ejemplo, lo hacen para que esta avivatada quede en su hoja de vida y recordarla en cuanta conversación puedan. Otros, para unirse como apoyo a candidatos con opción y después cobrar como sabemos que se cobra en la politiquería colombiana. Unos más para preparar su futuro lanzamiento a cargos importantes o por elección popular, como a alcalde o gobernador ya que durante esta campaña su nombre será repetido en entrevistas por prensa, radio y televisión. Con certeza mis lectores supondrán otras razones para la proliferación de tanto precandidato.

Lo cierto de todo este sesudo análisis es que si hoy Colombia tuviera un presidente serio, decente, preparado, responsable, cumplidor, con un muy buen equipo en sus ministerios e institutos descentralizados, con un país más seguro y productor, y obviamente con elevado respaldo popular, como máximo tendríamos una docena de candidatos, esos sí serios, capaces y con posibilidades, porque un mandatario que deje la vara bien alta, limitaría esta proliferación de individuos que la están midiendo por lo bajo con Petro. Ojalá se agilicen sus retiros para ir viendo quien es quien.

Como no oculto mi tendencia política y aplico la “Extrema Coherencia”, anticipo que votaré por aquel candidato más opcionado para derrotar a la izquierda petrista que está descuadernando a Colombia.

@nicorenowitzky