El mes de agosto ha sido un mes duro. Los medios inundan con información sobre el juicio del año; por primera vez en la historia un expresidente de la república es condenado y privado de su libertad, claro está, que es un fallo de primera instancia y será el tribunal y/o la corte quienes tengan la última palabra.
Las declaraciones del gobierno y el doloroso y sensible magnicidio de Miguel Uribe, han generado una epidemia de odio y división entre los militantes de la izquierda y la derecha.
Las declaraciones del presidente de los estados unidos Donald Trump, ordenando a las fuerzas armadas y a la inteligencia emprender una cacería para dar con la captura de Nicolás Maduro, ofreciendo además una recompensa de cincuenta millones de dólares, auguran que el fin del pseudo-gobierno venezolano tiene sus días contados.
El clima político local y de la región arde, y en los próximos días habrá consecuencias que de una u otra forma nos podrán afectar, específicamente si el presidente de los colombianos continua sus discursos agresivos y descoordinados en contra del gobierno de los estados unidos.
En medio de este caos y como no todo es violencia, para quienes necesiten renovar sus energías y alejarse de la política y sus males, se abre un espacio, una oportunidad para encontrarse con la naturaleza y con la sanación a través de la música medicinal.
Durante los días 22 a 24 de agosto en, la Maloca, conocida como “pueblo santo” o “lugar sagrado”, que simboliza la cosmovisión del universo para la comunidad que se reúne en ella, ubicada en la vía que de Cartagena conduce a Barranquilla a pocos kilómetros de puerto Colombia, se celebrará el primer festival de “Música medicinal del Caribe”. Este evento reunirá a invitados especiales y ofrecerá experiencias basadas en las tradiciones ancestrales, incluyendo ceremonias que involucran la ingesta de yagé o ayahuasca.
Este espacio actúa como un puente entre el mundo humano y el universo, donde se comparte conocimiento y se toman decisiones vitales, siendo quizás la más significativa el contacto con lo espiritual y la naturaleza.
Esta iniciativa, impulsada por Hortensia Sánchez y Roy Pérez, busca mostrar que es posible encontrar la felicidad al hacer lo que brinda alegría y al mismo tiempo contribuir a la construcción de una sociedad mejor, trascendiendo a un plano espiritual a través de los secretos de la naturaleza y las costumbres de nuestros ancestros indígenas.
@lavozdelderecho