Como cualquier ser vivo, los imperios nacen, crecen, se reproducen, invaden, generan violencia y mueren. Así sucedió con el Imperio Romano, el más grande de la historia. Dos mil años después comienza la decadencia del Imperio Gringo que apenas duraría unos 120 años, desde la primera guerra mundial.

El Imperio Romano tuvo uno de los momentos de más prosperidad de la historia de los pueblos conocida como Pax Romana, un período de unos 200 años de poder político y cultural. Roma, por ejemplo para ese período llegó a tener 1.000.000 habitantes. Durante esa época se conocen los grandes avances en los campos de la medicina, religión, leyes, ingeniería civil y sistemas hidráulicos y obras de adecuación de tierras para una mayor productividad.

Sin embargo, todo llega a su final. Sus causas fueron de diversas clases, entre las cuales está: i)Inestabilidad política por el exagerado tamaño del imperio, ii)Corrupción en el gobierno, iii)Mala gestión gubernamental y iv)Desempleo e inflación. Allí actuaron los Calígulas y los Nerón, pero también grandes emperadores como Julio César, Adriano y Marco Aurelio.

Hay también otra teoría sobre las causas del apagón imperial, como la del historiador Kyle Harper señaladas en su libro El fatal destino de Roma, que habla del cambio climático y las enfermedades como la viruela y todo un ambiente de insalubridad por las ratas, gérmenes y mugre. La gente no se bañaba como si el servicio de agua lo facturara la Triple A de Barranquilla.

Hoy comenzamos a sentir la decadencia de la primera potencia mundial, casi por los mismos factores del imperio romano. Los autores son gringos: Donald Trump y Elon Musk, que bajo el pretexto de la inmigración están exportando al valioso recurso humano que ha contribuido con el desarrollo de ese país moviendo importantes sectores de su economía, como la agropecuaria y algunos servicios que el gringo no se le mide, y que el latino lo hace mejor y más barato.

De otra parte, este personaje lunático ha abierto peleas con casi todos los países del mundo, excepto Rusia, especialmente contra sus aliados tradicionales bajo un estilo comercial de extorsión con vaselina a través de sus diabólicos aranceles a la brava. Pero el remedio le va a salir caro como pronosticó el historiador estadounidense Timothy Snyder con el desmantelamiento de su Estado.

Seguramente que en poco tiempo surgirá un nuevo y poderoso imperio como China que hace las cosas mejor. El peligro es que el rostro de Xi Jinping es un misterio: no se sabe si está riéndose o llorando.

@FcuelloDuarte