Reconozco ser repetitivo en mis columnas cuando considero que es un caso que amerita mostrar todas las aristas para llegar a una conclusión lógica, como también que procuro ser un defensor a ultranza de nuestra ciudad, y es por eso que Barranquilla es la estrella principal de mis artículos, después el Atlántico y algunas veces Colombia, porque por experiencia comprendo que desde estas líneas poco o nada se logra a medida que se amplía la cobertura. Así que la de hoy será nuevamente sobre el Retorno al Distrito del amplísimo y muy importante sector que la Asamblea, sin competencia alguna, le había usurpado.
Analizo una entrevista lograda el 14 de febrero por EL HERALDO con el actual alcalde de Puerto Colombia, en la que manifiesta que “darán la batalla hasta el final, con todos los argumentos jurídicos a su alcance”, cuando sabemos que se trata de cosa juzgada, lo cual significa sin apelación posible. Así Barranquilla y Puerto Colombia han retomado los límites anteriores al fatídico fallo de la Asamblea en 2009. Pero me llamó la atención de manera especial cuando declaró el alcalde, que “el Corredor Universitario es columna vertebral de los recursos de Puerto Colombia” (lo cual es entendible), y gracias a estos pueden tener estudiantes beneficiados, así como atender el programa de adultos mayores con almuerzos, con atención en salud, alfabetización y en programas sociales, como también al Cuerpo de Salvavidas en sus playas.
Pero más llamativo fue cuando mencionó el proyecto del Acueducto de Norte en el que la Nación aporta el 70%, la Gobernación un 30%, y Puerto Colombia no aporta un peso. Y remata con la llamada Gran Vía, financiada por el Invías, o sea la Nación, y recursos de regalías del Departamento. ¿Y Puerto? Cero pesos. Es que ese municipio no solo no tiene obras ejecutadas con el abultado ingreso que le generan la Clínica Portoazul, colegios, la Universidad del Norte, costosos lotes, y la gran cantidad de edificios de empresas, oficinas, consultorios, así como apartamentos y casas estrato 4, 5 y 6 de esa inmensa área, sino que no puede siquiera anunciar obras futuras, así estas no las vayan a ejecutar jamás. Porque Puerto Colombia ni construye ni mantiene lo construido en el pasado. Manifiesta que se ha convertido en el epicentro turístico más importante del Departamento, pero Puerto no ha invertido un peso en la nueva plaza con su muelle, ni en el “Muelle 1888″, ni en “Sazón Atlántico”, ni en el malecón, ni en el bello faro “Ventana de Sueños”.
Además, hoy ese gran sector pertenece nuevamente a Barranquilla y se si omitiera gravar con el predial esos miles de inmuebles, permitiendo que lo haga otra entidad, se constituiría en un Detrimento Patrimonial para el Distrito con sus consabidas consecuencias. ¡Ojo con eso!
@nicorenowitzky