Sin miedo a exagerar es probable que haya sido el espectáculo musical más importante de Barranquilla en su historia. Son muchos factores que confluyen para que esto sea así.

Lo primero fue la expectativa. Casi 19 años después de su última presentación en la ciudad, la artista más emblemática de nuestro terruño vuelve a su casa en el punto máximo de su visibilidad global, para dar no una sino dos presentaciones en un hecho inédito para el mercado musical local.

Lo segundo fue el momento. El mismo fin de semana de la Guacherna, en plena temporada de Carnavales, y con una Barranquilla hermosa que ya tiene una oferta turística imponente y que está lista para recibir a sus visitantes. El mejor preámbulo posible para el fin de semana de las carnestolendas.

Lo tercero fue la puesta en escena. La producción en todas sus aristas, que incluye luces, sonido, pantalla, contenido videográfico, escenario, vestuario, tiempos, bailarinas, coreografía, resultó en un espectáculo de un nivel de ejecución impecable. Difícil creer que un artista distinto a una super estrella global como Shakira puede lograr algo comparable.

Lo cuarto fue la energía del público celebrando a su ídolo. La felicidad de Shakira de estar presentándose frente a su familia, amigos y conciudadanos era palpable y así lo manifestó y fue retribuida con creces por una audiencia que le respondía con ahínco cualquiera de sus gestos y que cantó a todo pulmón durante más de dos horas.

Lo quinto fue el cariño de Shakira por la cultura local – y haberla incluido en el show –. El mundo entero sabe de la disciplina y rigor perfeccionista de ella cuando se trata de sus conciertos.

Los sets musicales, que están diseñados para ser tocados alrededor del mundo, requieren de una preparación milimétrica y hacer cambios añade mucha complejidad.

En esta ocasión Shakira incluyó una parte de En Barranquilla me quedo con el maestro Chelito de Castro y como cereza en el pastel, de la mano de un millo, cantó Te Olvidé invitando a la Reina del Carnaval a que bailara con ella en el escenario.

Lo sexto, y último, es el impacto económico. Se ha comentado en las páginas de este diario, que las proyecciones de la Alcaldía y Cámara de Comercio de Barranquilla estiman en cerca $70.000 millones de pesos en derrame económico y casi 100.000 asistentes derivados de los dos conciertos. Eso se le sumaría a los más de $400.000 millones de impacto económico que el Carnaval le deja a la ciudad en un año normal.

Ojalá este concierto abra la puerta para que más artistas grandes vengan. Eso sí, difícilmente lograrán capturar el corazón de Barranquilla como lo hizo Shakira en dos días de febrero de 2025.