Portentosa creación en la que la naturaleza “encendió la antorcha suprema”, la elevó a la genialidad y le dio pasaporte a la inmortalidad,

Enseñorease en él las mayores virtudes del fútbol, el más grande talento que jamás existió,

Retó a las leyes de la física, volaba hasta el cielo o bajaba de él, se detenía en el aire, y decidía cómo y hacia dónde impactar el balón con su cabeza,

Fortaleza física y mental le acompañaron, solista extraordinario y compañero sabio y generoso, fincando en esos atributos su inquebrantable espíritu ganador,

Encumbrado en la más alta cima de la grandeza futbolera está su nombre, su obra, su legado,

Catarsis que me permiten estas letras para dar consuelo a aquel niño que le revistió de héroe,

Tuvo la clarividencia para ver todo antes y mejor que los demás, la inspiración para crear y la pureza técnica para el gol,

¡Oh rey Pelé, cómo desafiaste a la imperfección humana! desplegando tanta perfección en las canchas de fútbol de todo el mundo.

A los amables seguidores de estas desordenadas letras futboleras, muchas gracias y mi deseo de un Feliz Año.