Ilva Cecilia Gómez Crespo, representante legal regional de Argos, me pide que “rectifique la información imprecisa y parcial” de algunas columnas. De su escrito se concluye que he transitado peligrosamente por los meandros de la injuria.

Argos afirma que no hay alineamiento de sus intereses con la planificación ambiental y territorial. Gustavo Bell, exvicepresidente de la república, en El origen de la tragedia ambiental en la cuenca de Mallorquín (Contexto, marzo 21,2024), afirma que el Pomca 2007 “fue muy claro y asertivo en cuanto a la protección del bosque seco tropical”.

Argos desistió de demandar ese Pomca porque el de 2017 suprimió la Zona de Uso Múltiple Restringido (ZUMR) que solo permitía 10 viviendas por hectárea. Pasó a suelo de expansión urbana de 240 viviendas por hectárea. Esa densificación se alineó con el interés de Argos de desarrollar Ciudad Mallorquín.

Respecto al PBOT de Puerto Colombia, Bell dice: “la falta de profesionales expertos en la materia fue suplida por los de Argos, lo que se tradujo en la expedición el 5 de diciembre de 2017 (Acuerdo 013) de un POT que atendió gran parte de sus recomendaciones, no siempre compatibles con el bien común”. También influyó Argos en el POT 2014 de Barranquilla.

Basado en un estudio del profesor alemán Florian Koch, visitante en la Universidad del Norte, Bell menciona la “participación permanente y nutrida de funcionarios de Argos en su diseño - desde las oficinas del Distrito - con el objetivo de favorecer sus intereses”. Yo no he hablado de ilegalidad en los instrumentos de planificación sino de su alineación con los intereses de Argos.

El término ecocidio no le agrada a Argos. Sostiene que en Ciudad Mallorquín no fue talado ningún bosque. La resolución 0000829 de 2022 de la CRA, que autorizó a Argos el aprovechamiento forestal, habla de bosque basal seco. ¿Talar un bosque tiene una palabra más sutil a ecocidio? Como sugiere Bell, para Argos nuestros bosques son solo montes.

Las carencias de agua potable en Puerto Colombia son evidentes. La prensa ha registrado molestias ciudadanas por eso. De ahí el Acueducto Regional del Norte. Tampoco es fantasía mía que en Ciudad Mallorquín “sus efluentes de aguas residuales son dirigidas al río Magdalena”. Triple A lo dijo a la Procuraduría el 16 de abril.

Sobre movilidad hemos dicho que no se conoce el estudio de tránsito con base en el cual Puerto Colombia aprobó Ciudad Mallorquín en los planes parciales.

En referencia a las alturas en Viviendas de Interés Social, convido a la abogada Gómez Crespo a que este complejo tema lo debatamos en un foro técnico con expertos para establecer quién dice la verdad.

@HoracioBrieva