Mujer Rural, un binomio y una caracterización que conlleva a centrarnos en un grupo poblacional que ha venido siendo minusculizado, desde un sector de economía primaria que urge ser restablecido en el sitial que le corresponde en la estructura económica; para ello es importante acudir a los sistemas de tecnología social que permitan restablecer la mirada en ese binomio capaz de generar riqueza y cambiar el rumbo de la economía, potencializándola al incrementar porcentualmente la productividad y el producto interno bruto (PIB) que podría oscilar entre el 8% y el 23% como anotan los expertos. No puede desconocerse que el desarrollo de la mujer rural mueve ascendentemente la economía de un país, y además nos muestra como es la base primaria de ella, mejorando los niveles de riqueza, y contribuyendo al encuentro de un equilibrio social, político, ambiental y económico. Esta fue la temática de mi conferencia en el Foro de las tecnologías sociales en Euro América, por lo que en adelante me referiré a las tecnologías sociales, como esos mecanismos y herramientas de innovación y emprendimiento social, pero sobretodo como instrumento efectivo de justicia en el restablecimiento de derechos, de democratización de procesos y de inclusión social, en el caso que nos ocupa, enfocadas a las mujeres rurales.
La dupla de alianzas entre puentes de ingeniería social y lo técnico contribuyen a visibilizar desde la consiliencia y articulación de saberes una plataforma capaz de producir cambios sociales positivos que marcan hitos desde la discriminación positiva y no negativa como venimos acostumbrados, facilitando el poder transportarnos a otro momento histórico y relevo mas saludable social y económicamente. Este mano a mano entre lo social y lo tecnológico es producto de una necesidad y de una oportunidad que permite desplegar acciones innovadoras con la pretensión de impactar y trasformar el mundo hacia un mejor ecosistema social, se acortan distancias físicas y económicas a través de las redes sociales, programas virtuales y plataformas digitales, cerrándo la brecha de desigualdad de acceso a la información y educación, se levantan las barreras y muros para hacer el mundo mas inclusivo, se integran a las actividades humanas las asistentes de voz, las aplicaciones en artefactos tecnológicos, se acuden a otras realidades como el metaverso, mecanismos de inteligencia artificial y robótica, drones, el teletrabajo, entre muchas otras, para la satisfacción de los servicios mas necesarios para la humanidad como son la salud, la justicia, la educación, la agricultura, el comercio entre otras actividades.
Cuando se mueve la economía por las mujeres rurales a través de su trabajo, su resiliencia, su empoderamiento y sobretodo a través de su ser entonces se mueve el mundo, se genera coherencia en los discursos de paz, de justicia social, de reducción de la pobreza, al irse cerrando progresivamente la brecha de la desigualdad que por siglos ha motivado la castración social, familiar, política y económica, permitiendo nacer la democratización y la igualdad de género también en los derechos económicos.
No olvidemos que cada vez que avanzan las mujeres rurales, avanzan hombres y mujeres en las ciudades, permitiendo construir sociedades mas sostenibles, mas empáticas, y mas justas, sin sesgos que alteren peligrosa y nefastamente la economía de todos, es vital que hablen nuestras miradas cuando se dirijan a una mujer rural.
(PhD). Doctora en Sociología Jurídica e Instituciones Políticas - Doctora HC en Derecho. Vicepresidenta Organización Internacional Mundo Rural Today-Plan Desarrollo Mundial (España)