Nuestra calle 72 o avenida “John F. Kennedy” tiene un puesto especial en la historia de Barranquilla porque hacia esta arteria emigraron en las décadas del 60, 70 y 80 del siglo pasado, bancos y comercios que estuvieron ubicados desde los albores de nuestra ciudad en el llamado centro histórico, siendo el Paseo Bolívar su eje central, así que de manera paralela se marchitaba el centro y florecía la calle 72. Hay que recordar que esa importante arteria fue anteriormente una calle de una sola calzada que fue ampliada a mediados del siglo pasado, y que al convertirse en una nueva avenida atrajo a banqueros y comerciantes que buscaban estar más cerca de la apetecida clientela de barrios como Boston, Bellavista, Paraíso, América, Colombia, Prado, Alto Prado, El Golf y Riomar, porque hasta ahí llegaba Barranquilla.
Y los que apreciamos el tremendo auge de la calle 72 convertida en eje de un renaciente sector que aglutinaba bancos, almacenes, las recordadas discotecas, restaurantes emblemáticos como El Mediterráneo y La Italiana, etc., nos correspondió así mismo, analizar cómo lo que siempre había sido residencial, se fue convirtiendo en comercial con los cambios necesarios que requería ese nuevo uso del suelo, especialmente en lo referente a áreas para estacionar los vehículos de empleados y clientes. Rápidamente la 72 se volvió caótica, lo que dio origen al renacer de la calle 76, a la que le sucedió lo mismo, entonces el salto fue hacia la calle 84 y finalmente para los llamados Malls y otros centros comerciales.
Pero lo que más ha afectado a nuestra calle 72 es el abandono total por parte del Distrito, con repetidos anuncios de ampliación que nunca prosperaron. Hoy con las limitaciones financieras y el abanico de obras en ejecución en la ciudad, suponemos, y ojalá me equivoque, que durante estos 4 años de Alex, esa vía no será ampliada. Pero así esta no se amplíe no se justifica que se mantenga en el estado actual de terrible abandono, y lo que propongo en la presente columna es que se diseñe un proyecto para darle a nuestra muy deteriorada calle 72 un nuevo look. Reparar sus calzadas, demoler el terrible separador central y construirle uno nuevo, cambiar los horribles postes centrales por nuevos postes metálicos, con menor distancia entre estos para mejorar su iluminación, instalarle un moderno mobiliario urbano, mejorar su paisajismo, olvidarse del Transmetro por esa vía, y mantener hasta que esta se amplíe, las actuales rampas de parqueo para no afectar el comercio, gestionando un compromiso con los propietarios y comerciantes del sector para que estos reparen y unifiquen sus andenes y zonas de parqueo, y embellezcan sus fachadas. Así, público y privados unidos para lograr un merecido cambio de look. ¿No creen que sería posible?