En estos días dicte una conferencia a un grupo de parejas de trabajadores de una empresa sobre este interesante tema que hoy deseo compartir contigo.

En el mundo contemporáneo, las relaciones de pareja están sometidas a una serie de desafíos que las generaciones anteriores no experimentaron de la misma manera. Los cambios sociales, tecnológicos y económicos han reconfigurado la forma en que las personas se relacionan, comunicándose y manejando sus vínculos afectivos. Hoy deseo resaltar 2 de estos retos:

1 ) La era digital: Uno de los mayores desafíos que enfrentan las parejas es la influencia de la tecnología y las redes sociales. Si bien estas herramientas permiten estar más conectados que nunca, también pueden generar tensiones en la relación.

* El uso excesivo de dispositivos electrónicos: muchas parejas reportan que la constante presencia de teléfonos inteligentes, tabletas o computadoras interfiere en su tiempo de calidad. Es común que se prioricen las interacciones virtuales sobre la comunicación cara a cara, lo que puede generar distanciamiento emocional.

* Las redes sociales y la comparación constante: la idealización de relaciones a través de las redes sociales puede hacer que las personas comparen sus vínculos amorosos con los de otros. Esto puede generar expectativas poco realistas, sentimientos de insatisfacción e inseguridad.

Para contrarrestar estos efectos, es esencial que las parejas establezcan límites saludables en el uso de la tecnología y fomenten momentos de conexión genuina sin distracciones digitales.

2) Expectativas sobre igualdad de género: Otro de los grandes retos que enfrentan las parejas es la redefinición de los roles de género dentro de la relación. A medida que las mujeres han ganado más autonomía en términos de derechos laborales, económicos y personales, se han transformado los roles tradicionales en la pareja.

* Equilibrio en la división de responsabilidades: muchas parejas aún enfrentan desafíos al equilibrar las responsabilidades del hogar y el trabajo. En algunos casos, la expectativa de igualdad no siempre se traduce en una distribución equitativa de las tareas del hogar o del cuidado de los hijos, lo que puede generar frustraciones y conflictos.

* Impacto en la autoestima masculina: para algunos hombres, adaptarse a un entorno donde las mujeres son cada vez más independientes y tienen roles de liderazgo puede ser un desafío. La masculinidad tradicional, que se basaba en el papel de proveedor, está siendo cuestionada, lo que puede generar una crisis de identidad en algunos hombres y tensiones en la pareja.

El diálogo abierto sobre las expectativas y la negociación de roles en la relación es fundamental para que ambos miembros de la pareja se sientan valorados y respetados.