Al cierre del 2017, el Ministro de Salud y Protección Social y sus viceministros presentaron un balance de lo que ellos han considerado como los logros y avances más significativos en el sector salud en los dos últimos años de los ocho que lleva como presidente Juan Manuel Santos, resumiéndolos en avances institucionales, normativos, financieros y en salud.
De acuerdo con lo informado oficialmente por el Ministerio de Salud y Protección Social, durante los años 2016 y 2017 “entre los logros principales se destacan el mejoramiento de valiosos indicadores en materia de salud pública –embarazo en adolescentes y desnutrición crónica– conocidos durante la presentación de resultados de los dos estudios más relevantes del sector: la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (Ends) y la Encuesta Nacional de la Situación Nutricional (Ensin), respectivamente”.
De igual forma, “se acentúan los logros en materia institucional, en especial para la mejor administración de los recursos del sistema general de salud, de la mano con los avances en la implementación de la Ley Estatutaria, el control a medicamentos, el mejoramiento de la condición financiera de los hospitales públicos, los avances en la lucha contra el tabaco, y el despegue del nuevo Modelo Integral de Atención en Salud (Mias)”.
Sin embargo, a pesar de ese ‘positivísimo informe’ del gobierno, la percepción de los colombianos medida en encuestas y expresada a través de diferentes maneras es que el sector salud terminó siendo el más cuestionado al final de los ocho años de gobierno de Juan Manuel Santos. Sin caer en el ‘pesimismo crónico’, como algunos tecnócratas capitalinos han tratado de minimizar la válida insatisfacción y el legítimo descontento de los ciudadanos con su sistema de salud, resulta pertinente revisar qué será lo más conveniente para este sensible sector, si dejar que continúe como va o hacerle profundos ajustes estructurales de tal modo que Colombia de una vez por todas le garantice el derecho a la salud a sus habitantes.
A dos meses de escoger a los próximos senadores y representantes a la Cámara, y a solo cuatro meses y medio de las elecciones presidenciales, no se conocen aún propuestas para el sector salud que resulten serias, concretas, novedosas o llamativas por parte de quienes tienen la aspiración de sentarse en el Congreso a legislar o por parte de quienes desean ser elegidos para gobernar desde la primera magistratura del país.
Por ello, más allá de los “logros y avances” que el gobierno informa en este sector, los colombianos reclaman respeto por su derecho a la salud en el 2018.
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