Pregunta: En el sur del Atlántico se usa la palabra ‘davete’ con el sentido de ‘irse enseguida’; no encuentro ninguna referencia a la expresión. Héctor Gómez R., Barranquilla.

R.: Davete es un vulgarismo en el que se funden dos palabras que están en modo imperativo: ‘anda’ y ‘vete’, y en el que, además, su primera sílaba, ‘da’, es aféresis de ‘anda’. Quiere decir “vete ya” o “de una vez” o “enseguida”. La aféresis es un fenómeno lingüístico que consiste en la supresión en una palabra de una letra o de una o más sílabas; por ejemplo, sicología por psicología, mano por hermano, chelo por violonchelo.

P.: ¿De dónde viene la expresión bogotana “tomar onces”? María Ignacia, s. i.

R.: En Bogotá, algunos afirman que el término ‘onces’ se refiere a las once letras de la palabra aguardiente, y que los miembros de la Gruta Simbólica –movimiento literario de comienzos del siglo XX–, que eran ingeniosos, para que sus mujeres no se dieran cuenta de que iban a beber decían: “Vamos a tomarnos las onces”. Sin embargo, hallé que la expresión también se usa en Chile, y que el historiador chileno Eugenio Pereira Salas, en su libro Apuntes para la historia de la cocina chilena, afirma asimismo que el término deriva de las once letras de la palabra aguardiente, pero que quienes la pronunciaban eran algunos curas para encubrir que iban a beber el destilado al caer la tarde. Otra versión, expuesta por el mismo Pereira y recogida por la Academia Española, dice que once es la traducción de “eleventh, palabra inglesa para nombrar una comida ligera entre las once y las doce de la mañana, o a diferentes horas de la tarde, según los países”. Otra más, quizá la más seria, la leí en una columna del filólogo colombiano Fernando Ávila, quien dice que onces “parece ser herencia de los primeros jesuitas que llegaron a evangelizar estas tierras. Ellos usaban el conteo bíblico de las horas, en el que las seis de la mañana es la hora prima; las nueve, la hora tercia; las doce, la hora sexta, y así sucesivamente. En ese conteo, las cinco de la tarde es la hora undécima, o sea, las once, de donde surgió la denominación ‘onces’ para el refrigerio de esa hora”.

P.: Dos notas del autor.

R.: 1. El lector Juan Dáger, en desacuerdo con mi respuesta de hace dos semanas sobre por qué a algunas faldas se les dice polleras, en la que sostuve que venía del sustantivo latino pullus (pollito) y del adjetivo pullārius (lo que tiene que ver con pollos), me escribe: “Pollera viene de follera, término durante la Colonia para esas abundantes telas en las faldas femeninas. Mingo Revulgo [en el siglo XV, autor imaginario de unas coplas satíricas] siempre compara con cosas fáciles, de allí pollera, camada de pollos bajo alas en gallina clueca, sustituyendo a follera”.

2. Pese a mis pesquisas, no he encontrado la respuesta a esta pregunta que me enviaron hace algunos meses: “¿Por qué en Barranquilla a los palitos de queso los llaman deditos de Olaya?”. Si alguien la sabe, agradecería que me la comunicara.

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