Pregunta: ¿Qué significa la expresión “morder el polvo”? Jorge López, Cali.

R.: La expresión se relaciona con caballeros medievales, entre cuyos ideales, además del amor erótico a su “dueña” (o mujer amada, según la lírica amorosa de entonces), figuraba el amor al suelo patrio o, en sentido más amplio, a la madre Tierra. Por eso, en los duelos o lances caballerescos, si los caballeros caían derrotados era probable que, bocabajo, el polvo se les introdujera en la boca, es decir, que lo mordieran. Hay una idea aún más romántica que dice que los caballeros abatidos, sabiendo que su muerte era inminente, si todavía tenían fuerza suficiente, tomaban un puñado de la tierra donde habían caído y lo llevaban a la boca como señal de beso postrero y de amor y agradecimiento a la madre Tierra. Por asociación, cuando hoy vencemos a alguien en una competencia deportiva o en una controversia, a veces manifestamos que “le hicimos morder el polvo”.

P.: ¿Por qué a los promontorios que en las calles reducen la velocidad de los vehículos se les dice “policías acostados”? Luis Rubio De la Hoz, B/quilla.

R.: Cuando un policía nos pide disminuir la velocidad y detener el carro que vamos manejando, por provenir esa petición de la autoridad debemos atenderla de inmediato. Pero como también disminuimos la velocidad y paramos casi del todo cuando nos topamos con los promontorios que usted menciona, el ingenio popular los bautizó como policías acostados. Fuera de Colombia, la expresión se emplea también en Cuba, República Dominicana y Venezuela; asimismo, en España, aunque solo hasta hace algún tiempo, porque leí que allá ya no existen; en Puerto Rico también se usa, pero con más frecuencia los llaman muertos; en Ecuador se les dice chapas acostados, pues allá chapa es policía; en México los llaman topes; en Argentina lomos de burro; en Chile lomos de toro; en Guatemala túmulos; en Brasil quebramolas (quebra: quiebra, molas: resortes o amortiguadores), y en Perú rompemuelles.

P.: Le oí a alguien: “Mi hijo se engandició: cambió de trabajo por $ 600.000 más, y le fue mal”. ¿Es correcto engandició? Carmen Sierra, B/quilla.

R.: Es más castizo decir: “Le fue mal por gandío”, frase en la que ‘gandío’ –como se pronuncia en el habla corriente–, es lo mismo que ‘gandido’, participio de ‘gandir’, verbo en desuso que el diccionario de la Academia registra como “comer; masticar el alimento y tragarlo”. Viene del valenciano engaldir, que traduce ‘engullir’, tal como aparece en la sección de verbos del Diccionario valenciano–castellano, publicado en 1764, en Valencia, del que, no sin dificultad, hallé una versión digitalizada. En distintos países de Hispanoamérica se utiliza la voz ‘gandío’ con el sentido de comelón, hambriento, necesitado. El filólogo momposino Mario Alario Di Filippo menciona el término ‘gandición’ con el significado de “ansias desmesuradas, ambición desmedida”.

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