En la actual era del conocimiento de la sociedad humana el desarrollo de un país está relacionado estrechamente con su producción científica, sus avances en investigación y sus alcances tecnológicos. Difícilmente puede haber mejoría de sus indicadores generales si no apoya con contundencia estas áreas que, finalmente, redundan en la calidad de vida de todos sus habitantes.

En estos momentos, Colombia se está enfrentando a grandes desafíos en cuanto a temas tecnológicos, sociales y ambientales, dinámicas en las cuales la velocidad del cambio en el conocimiento exige, de forma urgente, que el país cuente con un sistema científico tecnológico fortalecido en sus áreas de conocimiento. Esto solo se puede lograr brindando un respaldo eficiente para consolidar una educación de calidad basada en la investigación que impacte positivamente en el fortalecimiento de un ecosistema de innovación que permita hacer de Colombia “la más educada” y “la más innovadora de América Latina al 2025”, tal como fue planteado en las líneas estratégicas del plan del actual gobierno.

Una política pública de Estado y los recursos públicos destinados a la ciencia, la tecnología y la investigación permiten consolidar una masa crítica de científicos, centros de investigación y universidades proporcionan los desarrollos científicos y tecnológicos que permiten que el país avance y pueda enfrentarse a los grandes retos que el mundo contemporáneo le está imponiendo.

Esto no puede conseguirse si se toman medidas equivocadas como la reducción propuesta al presupuesto a la ciencia y tecnología dentro del proyecto de presupuesto general para la Nación correspondiente a 2018. Esta decisión iría en contra del objetivo central de lo consignado en Plan Nacional de Desarrollo 2014 – 2018 ‘Todos por un nuevo país’, en el que se propone contribuir al desarrollo productivo y la solución de los desafíos sociales del país a través de la ciencia, tecnología e innovación, mejorando la calidad y el impacto de la investigación y la transferencia de conocimiento y tecnología; y promover el avance tecnológico y la innovación como motor de crecimiento productivo y el desarrollo social.

Esta medida del Gobierno Nacional simbolizaría un retroceso para el país, ya que la ciencia, la tecnología y la innovación son pilares fundamentales para el desarrollo y avance de toda nación, garantizando el surgimiento de nuevas iniciativas y promoviendo el crecimiento y desarrollo económico y social en nuestro territorio.

Tener a mucha más gente dedicada a la ciencia, a generar soluciones y a optimizar la productividad del país a través de la tecnología no representa un beneficio exclusivo para un sector de la población, impacta a todos y de la mejor manera.

No es conveniente que Colombia quede sometida a enfrentar otro obstáculo que le impida responder a los grandes desafíos de la época actual, sobre todo ahora cuando, en medio de la polarización existente en el país, estamos en la mira del mundo entero por el reciente proceso de paz con el grupo guerrillero de las Farc que le valió al presidente de la República, Juan Manuel Santos el reciente otorgamiento del premio Nobel de Paz. Las decisiones sobre estas inversiones necesarias también pueden hacer historia.

*Por: José Consuegra Bolívar, rector de la Universidad Simón Bolívar.