No se crea que por el hecho que han pasado casi dos docenas sin haberlo comentado, esto obedece a algún recóndito deseo de encubrir la desorbitada sanción que el comité de títeres que tiene la Dimayor, haya negado la presunta apelación que debió presentarle el equipo Junior.

Algunos aficionados me han hecho conocer su maniobrera creencia que la negativa del comité de títeres para acceder a una presunta rebaja de pena de la sanción aplicada al jugador Teófilo Gutiérrez.

Sanción que dejó a más de cuatro paralizados de estupor, por la enorme y desbocada cuantía de más de 44 millones y pico (el pico no es de canarios ni nada parecido, sino de tucán, pues casi llega a los 45 millones de pesos).

Miren que venir a pretender escandalizar a la opinión deportiva del país imponiendo semejante multa por haberle hecho una morisqueta a la ridiculez, ensayando un ‘loping’ de ‘loping’, es lo más desgañitado que hemos visto en 72 años de periodismo deportivo.

No es para menos la sorpresa que el grueso público deportivo se llevó con la multa del tribunal de títeres. Acostumbrado por decenas sobre decenas de multas impuestas, y de poca cuantía, para ahora sobrepasar a todo el mundo con la desorbites de la multa, que en algunos sectores causó gran indignación, en otros la risa que provocó fue de leyenda.

No sabemos cuál será el resultado final de esta payasada aplicada a un jugador colombiano, que de contera es nacido en Barranquilla, es decir, un caso como para soltar los perros de la ira que siempre han tenido contra todo lo que huela a barranquillero.

No somos, ni hemos sido nunca asesores a nada que huela a profesionalismo. Hemos dicho una y cien veces que los estadios colombianos han sido todos estatales, para uso inicial de los deportes amateur, luego desalojados de esos escenarios por el profesionalismo marrullero que siempre hemos tenido en nuestro país. Ya se nos hará llegar el resultado final de esta comedia, con seguridad total que también la comentaremos.