La bellísima ciudad de Las Vegas, la misma que hace media centuria era poco menos que un barrizal, pero fue levantada hacia los confines del progreso y la belleza arquitectónica que se manda por obra y gracia de varias medidas tomadas por el gobierno federal para que en corto tiempo alcanzara el estatus tan importante que ahora mismo tiene. Mucha gente que no conoce Las Vegas y lee o escucha que es la cuna del juego de suerte y azar, y de los matrimonios que se disuelven en un santiamén, tiende a suponer que la ciudad es poco menos que un barrizal o un nido de matones como los del siglo XIX, donde imperaba el plomo alegre a cualquier hora.
Si pudieran visitar Las Vegas, se irían de espaldas ante la belleza arquitectónica que Las Vegas se manda. Un hijo nuestro, Aníbal De Castro, acaba de visitarla y habría que ponerle un pañuelo en la boca a ‘mano fuerte’ para que cese sus elogios a la capital de Nevada, que de paso es ahora mismo la capital del boxeo, donde están los actores del favoritismo pugilístico, muy pendiente en todo momento por ayudar al ídolo local, Floyd Mayweather, quien no pierde allí un combate de boxeo de unos 10 años para acá.
Las Vegas y su gente del boxeo hicieron millonario a Mayweather, aunque voces discordantes, dicen que su fortuna ha estado bastante quebrantada, pues tiene ya varios años que no sube al ring. Esta vez no sube al cuadrilátero para pelear con otro boxeador, sino con un luchador a quien le lleva 11 años de desventaja, no de lo contrario, pues Mayweather ha cumplido ya 40 carnavales, mientras su contenedor anda por los 29 abriles.
Como siempre, la comisión de boxeo de Nevada ha intervenido pero únicamente para favorecer a Mayweather. Un ejemplo, muy elocuente en tal sentido, los guantes a utilizarse en la pelea no serán los de las artes marciales mixtas, sino los acostumbrados en el pugilismo. Y establecieron que los guantes de boxeo serán de 10 onzas, no de 8 como sería lo indicado, o en todo caso para esperar golpes de gran decisión; con almohadones de 10 onzas. Difícil que haya un castigo que imponga la suspensión del combate por nocaut técnico.
Otras disposiciones de la oronda Comisión de Boxeo de Nevada que están claramente indicadas para favorecer a Mayweather, verbigracia prohibieron las patadas que tanto se emplean en la lucha y otros agarrones prohibidos en el boxeo.
Esta confrontación tan disímil que se verá hoy en Las Vegas tuvo su precedente cuando Muhammad Ali subió a un ring para vérselas con un luchador. Por cierto, se llevó el gran disgusto, pues no esperaba que el luchador hiciera lo que hizo: tenderse en la lona apenas sonaba la campana y emprenderla a patadas en las espinillas de Ali, quien tuvo que ir a una clínica para atenderle las huellas de semejante estilo de pelea.
Como espectáculo lo que se mostrará en el ring de Las Vegas es un verdadero contrasentido deportivo. Pero bueno, ¿qué no es lo que no se dispone en una confrontación tan distinta del uno para el otro? Todo está dispuesto para que a Mayweather se le alce el brazo al final de los 12 asaltos, si es que esta pelea en tanto despelote como se espera que lleve Mayweather no sólo será el ganador, sino que embolsillará la friolera esperada por él de 200 millones de dólares. Una ‘bicoca’ que no gana el 99% de los boxeadores y luchadores en 10 años de espectáculo, pero ellos sí pueden ganarlo en menos de una hora. ¡Suerte que tienen algunos privilegiados sin que nadie sepa en donde está una determinada justificación!