Son dos expresiones provenientes del inglés con un peso histórico y político que preocupa: Ayak, ¿Are You A Klansman? En español ¿Eres miembro del Klan? Si eres miembro del Ku Klux Klan, debes conocer la respuesta clave y responder “Akia, A Klansman I Am”, en español: Soy un miembro del Klan. Los miembros utilizaban estas siglas para reconocerse entre grupos de personas sin despertar sospechas. Lo que preocupa, tanto para la comunidad norteamericana –porque son organizaciones de la extrema derecha de los Estados Unidos– como para algunos sectores de la comunidad internacional, es el renacer de este tipo de organizaciones que promueven el racismo, la supremacía de la raza blanca, la homofobia, el antisemitismo, la xenofobia, el anticomunismo.
El KKK, como se le conoce, tiene una larga historia que se inicia a finales de 1865, después de la Guerra de Secesión en los Estados Unidos, la famosa guerra entre los Estados del Norte y los del Sur. Ha tenido períodos de aparente desaparición, pero renacen con un protagonismo político y con seria confrontación a la sociedad con consecuencias que implican actos de violencia tan efectista como el hecho de desfilar con sus vestimentas y quemar cruces para amedrentar a los ciudadanos, hasta actos igual de dramáticos como arrollar con un vehículo a personas en una manifestación, como acaba de ocurrir en Charlottesville, una ciudad en el estado de Virginia.
No están solos, pues en el transcurso del tiempo se han desarrollado otros grupos de extrema derecha que son radicales de muchas formas y cobran adeptos en todo el país. Alt-right, que quiere decir Derecha Alternativa, es una coalición de supremacistas blancos y reaccionarios que fomentan el odio a la democracia y la corrección política, plantean libertad de pensamiento y derecho a ofender; tienen un símbolo del odio representado en un sapo, Pepe el Sapo. Engruesan las filas los neonazis, con dos grupos relevantes, el Movimiento Nacional Socialista, uno de los más numerosos, y la Alianza Nacional, el más visible. También están el Consejo de Ciudadanos Conservadores, un movimiento segregacionista en los Estados del sur, y el Partido Estados Unidos Libertad, racistas y opositores a la inmigración.
Estos grupos están amparados por las Cortes y la Constitución, de tal manera que permiten justificar los actos como el sucedido en la ciudad mencionada, que fue avalado por el actual presidente de ese país al afirmar que hubo violencia de ambos lados de la confrontación, con la respectiva protesta del resto de los ciudadanos.
Son situaciones muy complejas en un país donde el racismo ha sido y es parte de su actualidad, con posiciones polarizadas como la actitud del presidente actual frente a lo ocurrido y un trino del presidente saliente: “Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel o su origen o su religión”.
Hazme la maleta, diría Rubén.
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