El último año de Gobierno es cuando los presidentes pueden restearse. Santos ya ha acumulado méritos para hacerse notar, pero en estos 12 meses puede tratar de ubicarse entre los presidentes más destacados. Para iniciar las reformas estructurales que se requieren para generar crecimiento, ha tomado la decisión acertada de traer de regreso a María Lorena Gutiérrez para que se ponga al frente del ministerio de Comercio y quiere cambiar al ministro de Agricultura. No puede darse el lujo de entregar el Gobierno con la economía creciendo al uno, al dos o al tres por ciento.
Todos los economistas que emiten opiniones sobre Colombia coinciden en que algo que hace mucha falta es conocimiento y tecnología de los sectores productivos. Quizás esto haga necesario que se lleve a cabo un cambio extremo en Colciencias, que este instituto pase a depender de la presidencia, y que además de liderar el esfuerzo que se lleve a cabo en investigación básica, se esfuerce más en promover con las facultades de ingeniería y ciencias de las principales universidades investigación aplicada sobre productos o servicios nuevos y sus procesos productivos. Hace falta un remezón ideológico de las facultades de ingeniería y en las de ciencias.
La investigación sobre desarrollo industrial la llevan a cabo en forma descoordinada varios grupos aislados. Uno de ellos es el que coordina Gabriel Piraquive en el DNP. En Bancoldex opera una gerencia que está dedicada a identificar nuevos sectores productivos. El Banco de la República de pronto hace algo en este frente, y la Universidad Nacional tiene un grupo de profesores especializados que operan en un centro de estudios de la industria que tiene ideas novedosas, pero todos estos son esfuerzos aislados. Alguien tiene que organizarlos.
Entre los frutos que ya estarían listos para cosechar está la posibilidad de desarrollar industria petroquímica, aguas debajo de Reficar, lo que puede atraer capital y talento extranjero y generar exportaciones o sustituir importaciones. Esto lo ha identificado para Bancoldex una misión de EDIS (Economic Development Innovations Singapore) y lo hemos discutido con el presidente y el equipo técnico de Reficar. Para hacer esto realidad hace falta que se atraigan empresas que deseen vincularse y tomen el riesgo de invertir en proyectos biches (greenfields). EDIS también recomienda estudiar la posibilidad de construir una planta de deshidrogenación de propano para sustituir la importación de materias primas importadas. Adicionalmente, han analizado la posibilidad de crear un sector de productos oleoquímicos.
Desde hace años venimos predicando en el desierto que la fruta madura más baja para aumentar la producción de bienes en Colombia es la atracción de inversionistas, para producir “pepas” (mayoritariamente soya y maíz) en vastas regiones del país hoy mal explotadas, para sustituir importaciones de alimentos y para exportar. Es el momento de pararle bolas a esto.
¿Es que ya nadie cree en la rectitud de José Elías Melo o de Luis Fernando Andrade? Yo sí.