Los últimos datos de la Muestra Mensual Manufacturera publicados por el DANE para el mes de abril de 2017 muestran una fuerte caída de la producción industrial: registra una disminución de 6,8% respecto al mismo mes de 2016. En lo corrido del año, el sector presenta una reducción acumulada en la producción de 1,5% con respecto al mismo período del año anterior.
Uno de los aspectos que llama la atención de este desplome industrial es que es generalizado en prácticamente todo el sector. De los 39 subsectores industriales, 32 registraron disminución en la producción. Las industrias cuyo desempeño negativo incidieron más en el comportamiento del total del sector fueron: la elaboración de bebidas, la fabricación de productos minerales no metálicos y la fabricación de vehículos automotores y sus motores.
Otra de las características preocupantes de este aprieto en que se encuentra la producción de la industria manufacturera es que se ha comenzado a reflejar en la ocupación en el sector. En el mes de abril, el personal ocupado disminuyó 1,1% y, por primera vez en los últimos años, en lo corrido del año el personal ocupado también registra una disminución (0,4%).
Aunque las causas de la situación actual de la producción industrial son múltiples e incluyen factores de oferta o estacionales como la Semana Santa, que este año fue en abril, es innegable que el principal determinante del desplome industrial está por el lado de la demanda.
La capacidad adquisitiva de los hogares se ha visto fuertemente golpeada en los últimos dos años por distintos (y casi que simultáneos) factores económicos, entre los que se destacan la depreciación de la moneda local, un aumento de la inflación y de las tasas de interés, y la reforma tributaria. Estos factores han hecho que la confianza de los consumidores, medida por Fedesarrollo, haya disminuido durante la mayor parte de 2016 y lo transcurrido de 2017.
Tal vez lo único positivo de la situación actual que atraviesa la industria es que hay expectativas de una recuperación del sector en el muy corto plazo, pues se espera que la disminución, lenta pero progresiva, en la tasa de interés de política monetaria que viene adelantando en los últimos meses el Banco de la República, contribuya a la recuperación del sector, no solo a través del efecto directo que tiene sobre la demanda industrial, sino también mediante los efectos indirectos que se pueden transmitir al sector manufacturero por la recuperación de sectores que demandan gran cantidad de insumos industriales, como son la construcción y el comercio.
Sin embargo, es importante que el Gobierno Nacional y los gremios consideren otras medidas de choques y de estímulos para apoyar una rápida recuperación del sector y que no se afecten los logros que en términos de generación de empleo ha alcanzado el país en los últimos años.
*Profesor del IEEC, Uninorte.
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