Cucaracha: son los últimos seres que vivirían ante una radiación nuclear.
Pulga: el animal que mas alto salta con respecto a su tamaño.
Escarabajo pelotero: la criatura que puede levantar hasta 1.141 veces su propio peso.
¿De qué nos estamos perdiendo saber para sobrevivir y evolucionar? De mucho. Según el Sistema de Información sobre Biodiversidad de Colombia (SIB), una red que coordina cerca de 100 entidades investigadoras nacionales, en el país existen 51.330 especies registradas, que representan cerca de 7 millones de datos. Las aves son las más reportadas, pero los insectos están en el último eslabón de la cadena del conocimiento y ese vacío se traduce en una enorme pérdida de información sobre un grupo biológico con gran potencial.
Hablando de insectos, se estima que hay 65 mil especies, pero solo 6.457 están registradas en el país; además, se tienen reportes de insectos migratorios, pero no de endémicos. Comparado a las aves, todas las especies estimadas -1909- se encuentran en este listado en más de cuatro millones de registros.
'Hace días se lanzó en Colombia la Estrategia Nacional de Polinizadores, y cuando nos preguntaban cuántos polinizadores tenemos en el país no pudimos saberlo, no tenemos cómo. Y eso que solo estamos hablando de la subsistencia alimentaria del planeta', advierte Dairo Escobar, coordinador del SIB. 'Todos los animales juegan un rol dentro de un ecosistema, pero los insectos son los más relevantes para su salubridad', agrega este biólogo.
La FAO indica que más de 1.000 especies de invertebrados se pueden hallar en un solo un metro cuadrado de suelo forestal. Un típico suelo sano puede contener varias especies de animales vertebrados, varias de lombrices, entre 20 y 30 de ácaros, alrededor de 50 y 100 de insectos, decenas más de nematodos, centenas de especies de hongos, y quizás miles de bacterias y actinomicetos.
Colombia, segundo en el ránking de biodiversidad mundial, después de Brasil, es el primer país en aves y orquídeas, el segundo en plantas, anfibios, mariposas y peces dulceacuícolas. Adicionalmente, es el tercer país en palmas y reptiles y el cuarto en mamíferos.
Para el entomólogo Édinson Torrado hay varias razones para que se presente este fenómeno. 'Por un lado, los insectos son muy pequeñitos, lo que quiere decir que son de difícil estudio y, por el otro lado es que son muy diversos'. Afirma que sí hay información, pero de plagas. Y estima, conforme a la información global, que existen más o menos un millón de especies registradas, solo hablando de insectos, faltarían los arácnidos, ciempiés y otros. 'Son grupos tan diversos que para poderlos estudiar se requieren especialistas', añade.
¿Entonces los feos somos más? Sí. La ciencia así lo sostiene, o por lo menos en el caso de los insectos, que no tienen aquella particular belleza de las aves. O hagamos la comparación entre una mosca y un cóndor, por ejemplo.
La diferencia con el estudio de las aves, indica Torrado, es que estas son animales muy grandes comparados con los insectos, por lo cual, el individuo y la especie es más fácil de reconocer. 'Hay menos especialistas en aves que entomólogos, pero estos se dedican a algo tan puntual que finalmente no es tan fácil que sean tan visibles'. Sin duda, un desafío enorme, pero en el mundo de lo diferente, lo diminuto, como dice la canción de Vicente Fernández, sigue siendo el rey.
*Artículo realizado gracias al apoyo del proyecto Grow Colombia en conjunto con la periodista Amira Abultaif.