Un llamado para que se realice una auditoría exhaustiva a los contratos de alimentación de los prisioneros en las cárceles del país, hizo desde Valledupar el sindicato del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, Inpec, señalando que lo que se le está suministrando a los internos son productos de mala calidad.
La advertencia la hizo el dragoneante Fredy Forero, presidente del sindicato del Inpec en Valledupar, desde la penitenciaría de alta y mediana seguridad en la capital del Cesar, conocida como La Tramacúa, precisando que a pesar que ya se han hecho las denuncias ante los organismos competentes, no se registran resultados.
'La verdadera solución es una auditoría a la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios que es la que se encarga de realizar los contratos de alimentación de los internos a nivel nacional', precisó Forero.
En julio de este año los internos de La Tramacúa protagonizaron una huelga de hambre para rechazar las condiciones en que se encuentran, y uno de los puntos de sus peticiones precisamente tenía que ver con la alimentación. Exigía 'el aumento del gramaje en los alimentos y mejoría en la calidad de los mismos, teniendo en cuenta los ostensibles retrocesos que sobre la materia se vienen denunciando desde hace más de un año por los reclusos', indicaron en un comunicado.
Forero indicó que la situación no solo es la penitenciaría de Valledupar, sino en la mayoría de las cárceles de Colombia. Un informe de la Contraloría reveló que cada año, el Estado paga más de $300 mil millones a proveedores de todo el país. Algunos según el organismo de control, son los mismos los que se ganan las millonarias licitaciones.
Sobrecostos, alimentos preparados sin asepsia, porciones de comida cuyo gramaje no corresponde a lo contratado, cocinas con ratas, comidas frías o que se entregan con retrasos de horas y contratistas que no cumplen los requisitos aparecen en el informe de la entidad.