Fue muy impactante ver el video en el que niños en presencia de los padres estaban ingiriendo bebidas alcohólicas en la ciudad de Cartagena. Esta es una intoxicación en edades pediátricas que enfrenta el médico en los servicios de urgencia más frecuentemente en las festividades de fin de año, carnaval y Día de las Madres. La ingestión se puede dar en forma voluntaria, inducida y accidental.
El acto está influenciado por múltiples factores, que por razones de espacio solo nos referimos entre todos, quizás la más importante, como en este caso, “la influencia familiar”. En muchos de estos niños, la primera experiencia con el alcohol ocurre dentro del ambiente familiar. Existe la teoría del “aprendizaje social “en donde los papeles de borracho son aprendidos y dependen de las actitudes y normas que predominan en una determinada familia y sociedad. La influencia de los padres está en el que ellos actúan como modelos y los niños buscan su identidad. En muchos casos es inducido por los padres, quienes le brindan y le permiten el consumo porque consideran que no es peligroso y creen que forma parte del proceso de desarrollo del niño. Muchos padres no se enteran de que sus hijos beben, no hay un control social responsable sobre la conducta de sus hijos, sino una actitud tolerante hacia el uso de las bebidas alcohólicas.
Pueden experimentar guayabo más fuerte que en el adulto, ya que el alcohol en ellos se metaboliza más rápido y los metabolitos intermedios de su biotransformación responsable de estos efectos aumentan sus concentraciones, además, si tiene predisposición genética puede desarrollar un alcoholismo a temprana edad.
El consumo de las bebidas alcohólicas en los niños motivado por este factor es susceptible de prevenirse si promovemos campañas educativas para padres sobre los efectos del alcohol en los niños, culturizarlos, hasta lograr extirpar la costumbre de permitir y/o brindar licor a los niños, que ejerzan un mayor control social sobre sus hijos. Intensificar las acciones de prevención primaria en los colegios en los temas de prevención en alcoholismo y drogadicción, en donde se capaciten a los niños para que desarrollen habilidades de rechazo que le permitan resistir la presión y adiestrándolos a saber cuándo decir no a los padres que les brindan alcohol.
Agustín Guerrero Salcedo