En el Atlántico hay preocupación ante el impacto que tendrá las medidas arancelarias que fueron anunciadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a causa de las diferencias con el Gobierno colombiano por el tema migratorio.
De acuerdo con la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), entre enero y noviembre del año anterior se reportaron exportaciones desde el Atlántico al país norteamericano por el orden de $814 mil millones de dólares, que corresponde al 40 % de las exportaciones totales desde el departamento.
Lucas Ariza, director Ejecutivo de la Asociación Portuaria de Barranquilla (Asoportuaria), indicó que las medidas anunciadas son “graves” para el comercio exterior y tienen repercusiones “incalculables”.
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“En este momento hacemos un llamado a la sensatez y a resolver esta crisis por los canales diplomáticos, a la mayor brevedad posible. Estados Unidos representa gran parte de nuestras exportaciones”, expuso el líder gremial.
Ariza recalcó que desde el Atlántico sale ventanería, perfiles de aluminio, confecciones, artículos de higiene personal, farmacéuticas, medicamentos, así como frutas, verduras, flores y bananos que llegan de otra zona del país.
“Toda esa industria se va al pique porque gran parte de ese mercado es Estados Unidos. Estamos hablando de millones de empleos que quedan en riesgo y una posible crisis económica tremenda”, mencionó.
Asimismo, indicó que la búsqueda de otros mercados para reemplazar estas exportaciones no es la salida, teniendo en cuenta que “hay empresas que se podrán mover a otros países y las que no, cerrarán sus puertas. Las repercusiones económicas serán muy altas”.
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Al respecto, el empresario y analista económico Joseph Dacarett aseguró que esta es una medida que impacta de forma negativa a la industria atlanticense, teniendo en cuenta que es uno de los principales socios comerciales de Estados Unidos.
En su concepto, el panorama actual podría conllevar a que el país pierda “muchísimo” dinero, teniendo en cuenta el impacto a la generación de empleo y riqueza, así como el recaudo de impuestos.
“El 80 % de los impuestos que recauda el Estado colombiano son del sector privado y si lo castigan con arancel, se caen las exportaciones y se caerá el recaudo dramáticamente”, expuso el experto en diálogo con EL HERALDO.
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Además, puso de presente que los presidentes Petro y Trump se encuentran en orillas ideológicas distintas, por lo que se requiere una labor diplomática coherente para evitar un daño mayor a la economía colombiana.
“Cerca del 30 % de las importaciones colombianas tienen como destino final a Estados Unidos. Con estos aranceles habrá un golpe a la industria de Atlántico y Bolívar, así como también se reflejará en la importación de los productos americanos al país”, dijo.
También recordó que alrededor del 90 % del trigo que se importa a Colombia viene de Estados Unidos: “Es un producto que viene subsidiado por el gobierno norteamericano. Es necesario que se tomen decisiones para que las relaciones se puedan recomponer en el transcurso de la semana, porque si pasa el tiempo, ya no se arreglará”.
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Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio de Barranquilla, Manuel Fernández Ariza, expresó que La relación comercial y humana entre Colombia y EE. UU. es vital para el desarrollo de ambos países.
“Desde la Cámara de Comercio de Barranquilla hacemos un llamado al diálogo sereno y responsable para resolver diferencias por vías diplomáticas, sin afectar a nuestros ciudadanos que viajan por estudio, trabajo o turismo, ni al aparato productivo y comercio que generan empleo, remesas, bienestar y desarrollo”, dijo Fernández Ariza.
Mientras que Efraín Cepeda, presidente del Comité Intergremial del Atlántico, fue enfático al sostener que “las relaciones diplomáticas no pueden manejarse con actitudes erráticas que generen conflictos frente a situaciones que pueden resolverse de otra manera”.
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En ese sentido, recordó que Estados Unidos representa el mercado más importante para las exportaciones colombianas y la mayor fuente de inversión extranjera en Colombia.
“Las consecuencias de una decisión desacertada del Gobierno colombiano, las sufrirá el sector productivo con vocación exportadora, en primera instancia, pero su impacto negativo se extenderá a toda la economía, en aspectos sensibles socialmente como el desempleo, la inflación y la depreciación del peso frente al dólar, lo que de entrada aumentaría la deuda externa pública y privada”, explicó.
Cepeda recalcó que aranceles del 25 % y del 50 % a las exportaciones colombianas son un “obstáculo insalvable” en términos competitivos: “Con ello se hace más difícil atraer empresas orientadas a atender el mercado de Estados Unidos, porque prácticamente desaparecen buena parte de las ventajas que teníamos para ello”.
Asimismo, indicó que “responder imponiendo aranceles de la misma proporción a los productos de Estados Unidos que lleguen al país no hacen ninguna mella en la economía de esa nación, pero sí afecta al sector empresarial colombiano al encarecer bienes de capital e insumos necesarios para sus procesos productivos”.
