El 'rumbo de los sedimentos', producto de las acciones de dragado contempladas por Cormagdalena en el Plan Maestro de Salamina y El Piñón, poblaciones ribereñas del Magdalena, es el temor de los gremios económicos y portuarios de Barranquilla, los cuales coinciden en que podrían terminar en el canal navegable del río. Y eso, según los expertos, debilitaría aún más el acceso a la zona portuaria de la capital del Atlántico.
Tal premisa llevarán hoy los directivos gremiales a la mesa técnica convocada por la Corporación Autónoma Regional del Río Grande de la Magdalena (Cormagdalena), en cabeza de su director, Pedro Pablo Jurado.
A través de un comunicado, Jurado convocó a portuarios y económicos para explicar –en detalle– el efecto que tendría el plan a ejecutarse, labor con la que se busca frenar la erosión, evitar el daño de la estación del ferry, así como mantener la movilidad terrestre entre ambos municipios del Magdalena.